Acto encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador desde Palacio Nacional
01 de septiembre de
2020
MODERADORA: Antes
de dar inicio con este evento, se ofrecerá un minuto de silencio en honor a los
fallecidos por el COVID. Les pedimos sean tan amables de permanecer de pie.
(MINUTO
DE SILENCIO)
MODERADORA: El
presidente de los Estados Unidos Mexicanos se dirige a la escolta de bandera
para saludar a nuestro lábaro patrio.
Damos inicio a este
evento con los honores al presidente constitucional de los Estados Unidos
Mexicanos y comandante supremo de las Fuerzas Armadas.
(HONORES)
MODERADORA: Escuchemos
el mensaje que dirige el licenciado Andrés Manuel López Obrador, presidente
constitucional de los Estados Unidos Mexicanos con motivo del 2º Informe de
Gobierno.
PRESIDENTE
ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos:
Fui de los primeros en
sostener que el principal problema de México era la corrupción y ahora no tengo
la menor duda. La peste de la corrupción originó la crisis de México. Por eso,
me he propuesto erradicarla por completo y estoy convencido de que, en estos
tiempos, más que en otros, transformar es moralizar.
Este gobierno no será
recordado por corrupto. Nuestro principal legado será purificar la vida pública
de México y estamos avanzando. No hemos emprendido persecuciones facciosas ni
venganzas políticas, pero tampoco encubrimos a nadie ni permitimos la
impunidad. Ya se acabó la robadera de los de arriba, pero todavía falta
desterrar por completo el bandidaje oficial.
La austeridad
republicana es una realidad, son hechos, no palabras.
Ya no hay lujos en el
gobierno y todo lo que se ahorra se destina a conseguir el bienestar del
pueblo. Según cálculos oficiales, por no permitir la corrupción y por hacer un
gobierno austero, hemos podido ahorrar durante nuestra administración alrededor
de 560 mil millones de pesos. No es para presumir, pero en el peor momento
contamos con el mejor gobierno.
Estamos enfrentando
dos crisis al mismo tiempo: la sanitaria y la económica, y vamos saliendo
adelante.
La pandemia no es un
asunto político, sino de salud pública. Por eso he confiado las decisiones en
esta materia a un equipo de profesionales con gran experiencia y capacidad.
El coronavirus nos ha
dejado dolor, tristeza y penurias, pero también ha fortalecido el amor en las
familias, ha demostrado el humanismo y la entrega de los trabajadores de la
salud y ha resaltado la conocida fraternidad de nuestro pueblo.
Es indudable que
saldremos de la pandemia con un mejor sistema de salud. Recibimos el gobierno
con 401 hospitales abandonados, saqueados o a medio construir, y con un déficit
de más de 200 mil profesionales de la medicina. En pocos meses hemos
reconvertido, con el apoyo de los gobiernos estatales, de la Secretaría de
Marina y de la Secretaría de la Defensa, 969 hospitales para atender pacientes
con COVID-19; se han instalado 32 mil 203 camas y 10 mil 612 con ventiladores.
Asimismo, se han contratado 47 mil médicos generales, especialistas, enfermeras
y otros trabajadores de la salud.
Propusimos ante la
ONU, y se aprobó casi por unanimidad, una iniciativa para que los medicamentos
y las vacunas tengan carácter no lucrativo. México participa en los principales
esfuerzos internacionales para desarrollar una vacuna contra el COVID-19.
De manera específica
destaco el compromiso que hicimos con la Universidad de Oxford, con el
laboratorio AstraZeneca, con la Fundación Carlos Slim y con el gobierno de
Argentina. Esperamos que ese acuerdo dé resultados desde noviembre y que
podamos empezar a aplicar la vacuna a más tardar a principios del año próximo
de manera universal y gratuita.
La emergencia
sanitaria mundial vivida este año ha planteado problemas muy graves para todos
los países y nos obligará a todos a repensar y a cambiar muchas cosas.
Además del tremendo
dolor que ha causado la pandemia, ha quedado comprobado que sus efectos son más
graves si padecemos de hipertensión, de obesidad, de diabetes. Por eso, debemos
cuidar nuestra alimentación y no consumir productos chatarra con excesos de
azúcares, sales y químicos. Por nuestra salud debemos practicar el ejercicio y
el deporte para fortalecer nuestro sistema inmune y bajar de peso.
Estamos enfrentando la
crisis económica provocada por la pandemia con una fórmula distinta, peculiar,
heterodoxa, diría única en el mundo.
Ahora, todos los
apoyos y créditos se entregan de manera directa para reactivar la economía de
abajo hacia arriba, no se da prioridad a las grandes empresas y bancos. Ahora,
por el bien de todos, primero se rescata al pueblo.
Es motivo de orgullo
poder decir que en siete de cada 10 familias está llegando cuando menos un
beneficio o algo del presupuesto público, que es dinero de todos.
Además, para
tranquilidad de nuestra conciencia y felicidad de todas y de todos, el 100 por
ciento de las comunidades indígenas y de los más pobres del campo y de la
ciudad se benefician con al menos uno de los programas sociales.
Aquí recuerdo lo que
sostenía Adam Smith, que bien podría constituir uno de los fundamentos de la
economía moral que estamos aplicando. Decía: ‘Por más egoísta que quiera
suponerse al hombre, evidentemente hay algunos elementos en su naturaleza que
lo hacen interesarse en la suerte de los otros, de tal modo que la felicidad de
éstos le es necesaria, aunque de ello nada obtenga, a no ser el placer
-agregaría, el inmenso placer- de presenciarla’. En otras palabras, la alegría
ajena es nuestra propia dicha.
No obstante, nos han
reprochado que no emprendimos un rescate económico elitista para atenuar los
efectos de la pandemia, pero es un timbre de orgullo poder decir que ayudamos
por medio de los programas sociales a 23 millones de familias.
Imagínense cuántos
adultos mayores han podido observar la reclusión sanitaria por contar con el
derecho a recibir una pensión, así sea modesta.
Ya se reformó el
artículo 4º constitucional para convertir los apoyos destinados a los adultos
mayores y a niñas y niños con discapacidad, así como el otorgamiento de becas a
estudiantes de familias pobres y la atención médica y los medicamentos
gratuitos en derechos sociales prioritarios y obligatorios. De ahora en
adelante, el gobierno deberá cumplir con este mandato, sea del partido que sea.
Este año, debido a la
pandemia, los adultos mayores, así como los niños y las niñas con discapacidad,
recibieron por anticipado sus pensiones, sólo falta pagar noviembre y
diciembre. En ocho meses se han destinado a estos programas 115 mil millones de
pesos en beneficio de nueve millones de personas. No es un gasto, sino una
inversión; no son dádivas, es justicia.
Antes, a los jóvenes
se les daba la espalda, se les discriminaba. Ahora tienen garantizado el
derecho a la educación y al trabajo, ya no son ‘ninis’, como despectivamente se
les decía, ahora son estudiantes becados o aprendices contratados con salario
mínimo para que puedan capacitarse y salir adelante. No dejaremos que los
jóvenes sean enganchados por la delincuencia, no están solos, con ellos estamos
construyendo el futuro.
Tres millones de
agricultores y pescadores están siendo apoyados, se les otorgan recursos de
manera directa, se les ayuda con jornales para cultivar sus tierras, se les
entrega fertilizantes de manera gratuita y se establecieron Precios de Garantía
para comprar a productores del campo maíz, frijol, arroz, trigo y leche. Es un
acto mínimo de justicia. Como decía el poeta Carlos Pellicer, ‘que coman los
que nos dan de comer’.
Ahora, como dije,
todos los apoyos se entregan de manera directa, sin intermediarios. Para ello,
se ha fortalecido el Banco del Bienestar con el propósito de que la gente de
las comunidades más apartadas pueda recibir lo que le corresponde sin tener que
recorrer largas distancias. En 2021 se tendrán dos mil 700 sucursales en todo
el país; actualmente, con el apoyo de los ingenieros militares se han
construido 226.
De igual forma, sigue
avanzando el proyecto de Internet para Todos. Ya hay conectividad en 26 mil 789
localidades y en 2021 habrá señal en todo el territorio nacional.
Se canceló la mal
llamada reforma educativa y ahora caminamos juntos maestros, maestras, madres y
padres de familia, estudiantes y autoridades. Se están otorgando 11 millones de
becas para alumnas y alumnos pobres de todos los niveles escolares; el gobierno
colabora en el mantenimiento de las escuelas y ha quedado claro que la
educación no es un privilegio, sino un derecho de todo el pueblo.
Gracias, gracias,
muchas gracias a nuestros paisanos migrantes. Ahora que más se les ha
necesitado es cuando más han ayudado a sus familiares en México. A pesar de la
pandemia en Estados Unidos, las remesas han crecido en 10 por ciento en
relación con el año pasado y estimo que van a llegar a 40 mil millones de
dólares a finales de año, un récord en beneficio de 10 millones de familias.
Con el aumento de las
remesas que envían nuestros paisanos desde Estados Unidos a sus familiares, con
los Programas de Bienestar y los créditos que estamos otorgando a los de abajo,
la pandemia no ha desembocado en hambruna ni en escasez de alimentos ni en
asaltos, y el pueblo de México tiene recursos para su consumo básico.
Pronostiqué que la
crisis económica provocada por la pandemia sería transitoria, dije que será
como una ‘V’, que caeríamos, pero que saldríamos pronto. Afortunadamente, así
está sucediendo: ya pasó lo peor y ahora vamos para arriba, ya se están
recuperando los empleos perdidos, se está regresando poco a poco a la
normalidad productiva y ya estamos empezando a crecer.
En el mes de agosto se
crearon 93 mil nuevos empleos.
El peso se apreció al
cotizarse a menos de 22 pesos por dólar luego de haber estado a más de 25.
La mezcla mexicana del
petróleo, de cero pasó a 40 dólares por barril.
El consumo de
productos básicos, en vez de reducirse con la pandemia, aumentó en 9.5 por
ciento en términos reales con relación al año pasado.
La recaudación de
impuestos se mantuvo prácticamente igual que en 2019.
Lo mismo sucedió con
la inversión extranjera directa, durante el primer semestre del año llegó a 17
mil 969 millones de dólares, lo mismo que en 2019.
La caída de la
economía, a pesar del desastre mundial, fue de 10.4 por ciento en el semestre;
pero, aun con la debacle, fue menor el daño que nos causó la crisis económica
que nos está afectando que lo que se está registrando en otros países como
Italia, España, Francia y Reino Unido.
Debo agregar que casi
todos los países recurrieron a créditos y aumentaron sus deudas en porcentajes
elevadísimos; en contraste, nosotros hemos enfrentado la pandemia y vamos a
salir de la crisis económica sin contratar deuda adicional y sin destinar
dinero público a ‘rescates’ -entre comillas- inmorales, es decir, a quienes no
necesitan ser rescatados.
Pero no debe olvidarse
que, al enfocar la solidaridad gubernamental a los más pobres, también
beneficiamos indirectamente a los sectores que tienen alguna o mucha capacidad
de ahorro.
Los programas sociales
han permitido a millones de beneficiarios preservar algo de su poder
adquisitivo y de su capacidad de consumo, y por eso no se ha cerrado el mercado
a miles de empresas y de comercios.
La relación con los
empresarios ha sido buena y respetuosa. A pesar de la crisis, la mayoría no
despidió a sus empleados. Baste un dato: antes de la pandemia estaban inscritos
en el Seguro Social 20 millones 500 mil trabajadores en cerca de un millón de
empresas, en los momentos más difíciles se perdieron un millón de empleos y ya
estamos recuperándonos.
¿Cuántos empleos se
mantuvieron a pesar de la pandemia?
Diecinueve millones
500 mil empleos. La mayoría de las empresas mantuvo a sus trabajadores.
Los empresarios
mexicanos cumplen con sus contribuciones, aceptaron aumentar el año pasado 16
por ciento al salario mínimo; este año, 20 por ciento al salario mínimo y
decidieron voluntariamente aportar más para pensionar mejor a los trabajadores.
Además, los hospitales
privados nos han ayudado a enfrentar la pandemia y las televisoras de empresas
particulares nos están apoyando para transmitir clases por radio y televisión a
30 millones de estudiantes. No tengo más que decirles: gracias, en nombre del
gobierno y de nuestro pueblo.
México es un país, sin
duda, con porvenir y un ejemplo mundial de cómo hacer realidad el progreso con
justicia. La principal riqueza de una nación no está en su infraestructura o en
sus finanzas, y ni siquiera en sus recursos naturales, sino en su población y
sus culturas, en la gente que la conforma y le da historia y existencia.
Invertir en ella, en
la población, en los mexicanos, en el pueblo, invertir en su alimentación, su
salud, su educación y su bienestar en general es lo mejor que se puede hacer
para garantizar la fortaleza del país y su desarrollo presente y futuro.
Desde julio pasado
entró en vigor el nuevo tratado comercial con Canadá y Estados Unidos. En estos
momentos de crisis, el acuerdo que firmamos significa impulsar las actividades
productivas, conseguir más inversión extranjera, crear más empleos y lograr más
bienestar para nuestro pueblo. En este contexto debe verse mi visita a
Washington para entrevistarme con el presidente Donald Trump, quien nos trató
con respeto y, lo más importante, elogió a nuestros paisanos que viven y
trabajan honradamente en Estados Unidos de América.
Mantenemos buenas
relaciones con todos los pueblos y gobiernos del mundo. En materia de política
exterior nos apegamos a los principios constitucionales de no intervención,
autodeterminación de los pueblos, solución pacífica de las controversias y
cooperación para el desarrollo.
Como es sabido, México
fue el país que más votos obtuvo para formar parte del Consejo de Seguridad de
la ONU.
Con el apoyo de los
trabajadores y de los técnicos de Pemex y de la Comisión Federal de
Electricidad estamos rescatando a estas empresas públicas, haciéndolas más
eficientes, limpiándolas de corrupción y cumpliendo el compromiso de no
aumentar el precio de las gasolinas, del diésel, del gas, de la luz y esto lo
vamos a sostener durante todo el sexenio.
Por convicción hemos
decidido cuidar el medio ambiente como nunca lo hicieron los anteriores
gobiernos -y, lo más interesante- ni lo demandaron los pseudoecologistas que
tanto nos atacan. Sólo subrayo que estamos aplicando el programa de
reforestación más importante del mundo sembrando mil 100 millones de árboles
frutales y maderables.
No se permite el uso
del maíz transgénico ni el fracking, se cuida el agua y no hemos
entregado ni una sola concesión para la explotación minera. No se puede olvidar
que, en el periodo neoliberal, sólo en 30 años, de 1988 hasta noviembre de
2018, las cinco administraciones pasadas otorgaron concesiones por 118 millones
de hectáreas para la explotación minera, el equivalente al 60 por ciento del
territorio nacional. Ese entreguismo devastador ya se acabó.
Al desterrar la
corrupción, el Conacyt pudo orientarse a fortalecer el bienestar del pueblo por
medio del desarrollo científico. Así, ha signado becas con transparencia y
equidad a 84 mil 599 estudiantes y a 34 mil 447 académicos, con una inversión
anual por 19 mil 132 millones de pesos, 14 por ciento más que en 2018.
Desde finales de este
año nos haremos cargo de que los médicos que quieran especializarse no sean
rechazados, como ha venido sucediendo, y puedan formarse tanto en el país como
en el extranjero. Estamos contemplando garantizar espacios educativos y
entregar durante nuestro gobierno 70 mil becas a estos profesionales de la
medicina, que ayudarán a reducir el déficit de especialistas que tiene nuestro
país y que nos impide garantizar por completo el derecho del pueblo a la salud.
Asimismo, se han
sentado las bases de la independencia tecnológica, logrando, en poco tiempo,
entre otras aportaciones, el desarrollo y fabricación de los primeros
ventiladores 100 por ciento mexicanos para salvar vidas en riesgo por COVID-19.
Se han descargado de
manera gratuita 683 mil libros digitales del Fondo de Cultura Económica.
Tenemos 45 librerías
reactivadas de la red Fondo de Cultura Económica Educal, con venta en mostrador
y absolutas condiciones sanitarias.
Han crecido las salas
y los clubes de lectura en comunidades y en escuelas normales.
Seguimos produciendo
traducciones y nuevos libros.
La colección ‘Vientos
del Pueblo’ llegará esta semana a 43 títulos, con libros de ocho a 20 pesos en
tirajes de 40 mil ejemplares.
Tal como nos habíamos
comprometido y con miras a la conmemoración el año próximo de los 700 años de
la fundación de Tenochtitlan, de los 500 años de la invasión colonial y de los
200 años de la consumación de nuestra Independencia, han comenzado a entrar en
imprenta los títulos de la colección ’21 para el 21’, para ser entregados
masivamente a partir del año que viene en ediciones de 100 mil ejemplares,
producidos por el Fondo de Cultura Económica y financiados por el Instituto
para Devolver al Pueblo lo Robado, que incluyen obras de Guillermo Prieto,
Elena Poniatowska, Octavio Paz, Emilio Abreu Gómez, Mariano Azuela, Vicente
Riva Palacio, Martín Luis Guzmán, José C. Valadés, Luis Villoro, Emilio
Carballido, Nellie Campobello, Carlos Monsiváis y Heriberto Frías.
Quiero destacar que,
por primera vez, una mujer indígena será la titular del Consejo Nacional para
Prevenir la Discriminación.
También informo que
continúa el programa de apoyo preferente a los pueblos originarios. Con ese
propósito acabamos de suscribir un acuerdo de justicia con los gobernadores de
los pueblos yaquis. Además, seguimos promoviendo el arte y todas las
expresiones culturales.
Continuamos
restaurando templos y monumentos históricos y están en proceso de construcción
el Parque Ecológico del Lago de Texcoco y el espacio artístico y cultural de
Los Pinos en el Bosque de Chapultepec.
Vamos viento en popa
en la construcción del aeropuerto ‘Felipe Ángeles’.
También está
avanzándose, conforme a programa, en la construcción de la nueva refinería de
Dos Bocas, Paraíso, Tabasco.
Ya se iniciaron los
trabajos para el Tren Maya.
Estamos haciendo
realidad el desarrollo del Istmo de Tehuantepec para comunicar a los países de
Asia con la costa este de los Estados Unidos.
Además, estas obras
generarán 150 mil empleos en el transcurso de este año.
Estamos avanzando en
el combate a la delincuencia. Hemos establecido una nueva estrategia que
empieza por procurar trabajo, educación y bienestar a las personas que están en
riesgo de ser reclutadas por los grupos delictivos, especialmente jóvenes.
La lucha contra la
pobreza, el desempleo y la marginación va acompañada del despliegue de la
Guardia Nacional, un cuerpo de paz y de proximidad con la población con
presencia en todas las regiones del país, que cuenta ya con 97 mil elementos
bien equipados y formados.
Para alojar a estos
responsables de la seguridad del pueblo se han construido 79 cuarteles, se
encuentran en proceso 34 y están por iniciarse 135 más, con lo cual llegaremos
a 248 cuarteles a finales del 2021.
Casi en todos los
delitos ha habido disminución en comparación con noviembre de 2018. Hay menos
secuestros, feminicidios, robos a transeúntes, a transportistas, menos robos de
vehículos, robo en transporte público colectivo, menos robo en transporte
público individual, menos robo a negocios y menos robo a casas habitación.
En todos ellos se ha
registrado una baja del orden del 30 por ciento en promedio, sólo han aumentado
dos delitos: homicidio doloso y extorsión, en 7.9 y 12.7 por ciento
respectivamente, vinculados estos delitos, fundamentalmente, a la llamada
delincuencia organizada.
En esta tarea ha sido
fundamental el apoyo profesional y responsable de las Fuerzas Armadas. En
particular agradezco el respaldo, la lealtad y el recto proceder del almirante
Rafael Ojeda Durán y del general Luis Cresencio Sandoval González, secretarios
de Marina y de la Defensa Nacional, servidores públicos ejemplares.
Ahora hay justicia
para el pobre y en materia de seguridad ya no manda la delincuencia organizada,
como era antes. Ya no hay torturas, desapariciones ni masacres, se respetan los
derechos humanos y se castiga al culpable, sea quien sea. Ya no hay en el
gobierno federal funcionarios como García Luna.
He mantenido y seguiré
manteniendo una relación institucional con las autoridades emanadas de otros
partidos. Las y los gobernadores, y presidentes municipales de cualquier signo
político encuentran en el Ejecutivo federal respeto y trato equitativo.
Hemos cumplido nuestra
promesa de impulsar la verdadera independencia de las instituciones de
justicia. La Fiscalía General de la República y el Poder Judicial de la
Federación actúan con absoluta autonomía y se acabó aquello de que todo lo
ordenaba el presidente porque el Ejecutivo era el poder de los poderes.
Miren cómo han
cambiado las cosas. Invité al fiscal general de la República y al presidente de
la Suprema Corte de Justicia y no pudieron asistir. En otros tiempos eso no
pasaba, porque ellos tienen la arrogancia de sentirse libres. Este es el
cambio, esta es la transformación.
En los casos en los
que están implicados expresidentes de la República he propuesto que las
autoridades responsables desahoguen el asunto con absoluta libertad y que, de
ser necesario, se celebre una consulta para conocer la opinión del pueblo.
He dicho y reitero que
yo votaría por no someterlos a proceso, pues mantengo la postura que sostuve
desde mi toma de posesión, según la cual en el terreno de la justicia se puede
castigar los errores del pasado, pero lo fundamental es evitar los delitos del
porvenir.
Sin embargo, de
realizarse la consulta respetaré el fallo popular, sea cual sea, porque en la
democracia el pueblo decide y por convicción me he propuesto mandar
obedeciendo.
Como muchos mexicanos,
fui víctima del fraude electoral y estoy convencido del tremendo daño que
ocasionan las autoridades impuestas. Por eso se reformó la Constitución y se
castigará con cárcel y sin derecho a fianza a quien utilice el presupuesto
público en beneficio de partidos y candidatos o adultere el carácter libre y
democrático de las elecciones.
Desde Francisco I.
Madero nunca un presidente había sido tan atacado como ahora. Los conservadores
están enojados porque ya no hay corrupción y perdieron privilegios; sin
embargo, gozan de una absoluta libertad de expresión y ello es prueba de que
hoy se garantizan las libertades y el derecho a disentir. La represión política
ha quedado en el pasado.
Estamos llevando a
cabo la Cuarta Transformación de la vida pública de México y es pertinente
recordar que las tres primeras transformaciones, la Independencia, la Reforma y
la Revolución tuvieron que hacerse con las armas. Ahora lo estamos logrando de
manera pacífica.
Hay oposición al
gobierno, como debe de existir en toda auténtica democracia, pero la mayoría de
los habitantes de México aprueban nuestra gestión. Gracias les doy a todas y
todos por la confianza. No le fallaré al pueblo de México.
Amigas y amigos:
Hoy por la tarde, como
lo establece la ley, la licenciada Olga Sánchez Cordero, secretaria de
Gobernación, entregará al Congreso de la Unión el Segundo Informe del Gobierno
que represento. Es mucho lo realizado.
Miren, en lo
fundamental nos queda realmente poco por definir. De los 100 compromisos que
hice el Zócalo el 1º de diciembre de 2018, hemos cumplido 95 y sólo están
pendientes cinco compromisos, o en proceso de que se cumplan.
Desde el primer día de
mi gobierno se ha venido aplicando el proyecto de nación que propusimos a la
sociedad y que obtuvo un respaldo abrumador en las urnas el 1º de julio de
2018.
Aunque circunstancias
imprevistas e infortunadas, como la pandemia de COVID-19, nos obligan a hacer
ajustes, no vamos a apartarnos en lo esencial del espíritu, del compromiso
adquirido. Las acciones gubernamentales realizadas son expresión de lo que
hemos soñado, diseñado y ofrecido desde hace muchos años, corresponden a una
visión de país y a una visión de lo que debe de ser un mundo justo y fraterno.
Hoy, algunos críticos
piden que se gobierne en sentido distinto, que prescindamos de nuestro ideario
y de nuestro proyecto, que apliquemos recetas económicas contra las que hemos
luchado o que seamos tolerantes con la corrupción que nos propusimos erradicar.
Piden, en suma, que yo traicione mi compromiso con la sociedad, que falte a mi
palabra y que renuncie a mi congruencia, y eso, lógicamente, no va a ocurrir.
Ya está en marcha la
nueva política económica sustentada en la moralidad, la austeridad y el
desarrollo con justicia. Sigue en pie el compromiso de terminar de sentar las
bases del México del porvenir para el 1º de diciembre próximo, cuando se
cumplan dos años de gobierno.
A partir de entonces,
una vez que se tengan construidos los cimientos, sólo quedará la tarea de
terminar la obra de transformación y seguir gobernando con rectitud y amor al
pueblo para contar siempre con su respaldo.
Estoy convencido que
la mejor manera de evitar retrocesos en el futuro depende mucho de continuar
con la revolución de las consciencias para lograr a plenitud un cambio de
mentalidad que, cuando sea necesario, se convierta en voluntad colectiva
dispuesta a defender lo alcanzado en beneficio del interés público y de la
nación.
Sigamos pues, haciendo
historia; sigamos pues, haciendo patria, por nosotros y por las nuevas generaciones
que sabrán honrar la dignidad de nuestro pueblo y la grandeza de México.
¡Que viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
MODERADORA: Finaliza
este evento con los honores al presidente constitucional de los Estados Unidos
Mexicanos, y comandante supremo de las Fuerzas Armadas.
Se les invita a
entonar nuestro Himno Nacional.
(HIMNO
NACIONAL MEXICANO)
MODERADORA: El
presidente de la República se dirige a la escolta de bandera para despedirse de
nuestra Enseña Nacional.
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