Por Ollantay Itzamná
En los
siete países que conforman la región de Centro América, incluido Belice y
Panamá, coexisten en total alrededor de 60 pueblos originarios. De estos, 23 se
encuentran en Guatemala, 6 en Honduras, y así sucesivamente, (sin contar a los
pueblos que surgieron a partir del siglo XVI).
El 15 de
septiembre de 1821, descendientes de los españoles (criollos) en la Provincia
de Guatemala (conformada por lo que actualmente es Honduras, El Salvador,
Nicaragua, Costa Rica y Guatemala), se auto proclamaron “independientes” con
relación al debilitado poder de la Corona española.
En ese
entonces, los criollos de la región eran pocas familias, Aycinena era una de
las más poderosas. Y así, determinaron la naturaleza, la organización, la
estructura, los alcances, la relación… del naciente Estado independiente de la
unión centroamericana.
¿Qué
significó y significa para los pueblos originarios la independencia criolla de
1821?
Si bien
aquella suigéneris proclama de independencia, sin siquiera “disparar un gramo
de pólvora”, era ya jocoso, lo más burlesco de ese acto político aparece
redactado nada menos que en el artículo 1º del Acta de la Independencia que
dice: Declarar la Independencia… “para prevenir las consecuencias que serían
temibles en el caso de que la proclamase de hecho el mismo pueblo.
Y en el
Art. 12º indica: “Que el excelentísimo Ayuntamiento a quien corresponde la
conservación del orden i tranquilidad, tome las medidas más activas para
mantenerla en toda esta capital i pueblos inmediatos.”
Expresamente
la independencia criolla de 1821 fue un velado y expreso acto político de
subordinación de los pueblos y familias indígenas que, en esos tiempos,
representaban alrededor del 90% en el caso de Guatemala, y estaban descontentos
con los abusos tributarios/servidumbrales que los criollos les infligían.
Las
familias criollas, proclaman su “independencia” para que los pueblos “no lo
hagan de hecho”. Una vez proclamada su “independencia”, los criollos “ponen
orden, someten, manu militari” a los pueblos…
¡Ésta es la
falacia de la “independencia criolla” desde la perspectiva de los pueblos! De
esa manera, ni incluso en 199 años de vida republicana las y los indígenas
accedieron a la cualidad de ciudadanía que por derecho les asiste.
En otros
términos, por 199 años consecutivos las y los indígenas, escolarizados o no,
celebran cada 15 de septiembre el aniversario de su condición de colonos en las
repúblicas criollas independientes. Colonialismo interno denominan Fanon,
Casanova, Mignolo…
Las
familias criollas organizaron y se repartieron el poder en el naciente Estado
de las provincias unidas de Centroamérica, siguiendo las colindancias del
reparto territorial hecho por la Corona. Y, los pueblos indígenas quedaron
«estabulados» como ingredientes del capital natural de dichos países.
Diferenciados entre se sí como guatemaltecos, hondureños, salvadoreños… muy a
pesar de tener las mismas raíces culturales, o pertenecer a un mismo pueblo
indígena.
La unidad
política centroamericana sucumbió en menos de dos décadas engullida por la
descontrolada voracidad criolla. Así, levantaron las fronteras culturales
simbólicas entre las actuales repúblicas centroamericanas para debilitar y
controlar a los subalternos.
Desde
entonces, indígenas o no se miran y descalifican entre sí como “extranjeros”,
uno al otro, sólo porque los patrones les pusieron marcas nacionales diferentes
en sus tarjetas de control… Pero, los patrones conviven promovidos y protegidos
por SICA, PARLACEN…, etc.
Para los
pueblos indígenas, los dos siglos del colonialismo interno republicano fueron
más letales que la Colonia española. Durante la República criolla, liberales y
conservadores, Ley, espada y Biblia en mano, desbarataron las tierras
colectivas de los pueblos indígenas (adquiridas en 3 siglos de la Colonia
española) y lo convirtieron en propiedad privada individual de los mestizos o
ladinos, en muchos casos.
Desde
entonces, los aborígenes fueron convertidos en “indios” campesinos sin tierra,
jornaleros desnutridos…. Y en la actualidad, en atractivos adornos de
museos/restaurantes, envueltos en trajes indo-coloniales, para satisfacer a la
industria del turismo.
Las y los
indígenas en Centroamérica, al igual que en el resto de Abya Yala, en los
hechos, no son reconocidos, ni tratados como ciudadanos. Mucho menos son
sujetos independientes. Les obligaron a abandonar sus raíces culturales, o a
folclorizarse, mediante la educación mestiza criolla, prometiéndoles
ciudadanía, pero los estados bicentenarios jamás los asumieron o reconocieron
como ciudadanos plenos.
En este
sentido, los 199 años de colonialismo interno es un motivo para ratificar las
luchas libertarias hasta reconstituir las auténticas autonomías
territoriales/políticas dentro de nuevos estados plurinacionales, o la emancipación
total, si fuese el caso.
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