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proporcionada por World Press Agency
La Agencia
Mundial de Prensa
En el país
de la Luz sus ciudadanos volvieron a salir a las calles este fin de semana para
protestar contra la ley de seguridad integral anunciada por el
gobierno del Presidente Emmanuel Macron que limita la grabación y
difusión de imágenes de las fuerzas policiales.
En París,
aproximadamente 5.000 personas se manifestaron y declararon su oposición a unas
medidas “absolutamente injustificadas”, solo que dichas manifestaciones no
fueron ni son del todo pacíficas.
A medida
que avanzó la tarde, y ya por la noche, varios individuos vestidos con capuchas
aprovecharon las concentraciones para iniciar enfrentamientos contra la
policía, que se vio obligada a cargar contra las multitudes. Se pudo apreciar
que algunos agentes también usaron gases lacrimógenos y otros instrumentos
antidisturbios.
La semana
pasada, exactamente el pasado 28 de noviembre, cientos de personas gritaban
“Estoy en la calle por mi libertad” en múltiples ciudades francesas en contra
la ‘ley de seguridad global’ y, concretamente, contra su emblemático
artículo 24, que restringe la filmación de las fuerzas policiales, una
normativa percibida por muchos como una vulneración a la democracia. Así mismo
se oía “¿Quién nos protegerá de la ferocidad del orden?”, “Bajen las
armas, bajemos las cámaras” fueron algunas de las consignas de los
manifestantes. El descontento, creciente desde la aprobación de la normativa en
la Asamblea Nacional la semana pasada, se ha visto enardecida tras una serie de
casos de violencia policial con tintes racistas ocurridos esta misma semana
inclusive.
Las
personas se movilizaron con banderas sindicales rojas,
insignias nacionales tricolores y carteles caseros para denunciar la
violencia policial, exigir libertad de prensa o pedir la renuncia del ministro
del Interior, Gérald Darmanin. Se pudo apreciar que la multitud incluía
periodistas, estudiantes de periodismo, activistas de izquierda, grupos de
derechos de los migrantes y ciudadanos de diversas tendencias políticas que expresaron
su enojo por lo que perciben como una táctica policial endurecida en los
últimos años, especialmente desde las protestas de los ‘chalecos amarillos’
contra las dificultades económicas en 2018. Al respecto la abogada en derecho
social Sophie Misiraca denunció: “Empezamos desmontando los derechos de los
trabajadores y ahora atacamos las libertades fundamentales y los fundamentos de
nuestra democracia, la libertad de expresión, de información”,
En el
cierre de la presente edición se sabe que se dieron diversos altercados a pesar
del anuncio del Gobierno de retirar el artículo 24 de su ley, que controlaba la
grabación y difusión de imágenes de las fuerzas del orden, lo que fue
considerado como un ataque a la libertad de prensa por lo que prosiguió desde
ayer sábado en casi 90 ciudades del país ya que se mantienen la presión porque
los convocados no se fían de la nueva redacción y exigen la retirada total de
una ley que comienza su trámite parlamentario.
Todo esto
se produce en un contexto creciente de crítica a Macron por lo que se considera
ataques a las libertades fundamentales, algo que este negó en una entrevista
con el medio digital Brut el pasado viernes.
No obstante,
el propio presidente Emmanuel Macron reconoció algunas actuaciones
violentas de la policía que consideró “inadmisibles” y que, serán sancionadas,
pero señaló que en su mayor parte las fuerzas del orden francesas actúan con
mesura y dentro de las reglas deontológicas. Así mismo admitió, también actos
racistas en la policía, sobre todo en los controles de identidad, que, indicó,
se centran más en personas que no son de piel blanca, una frase que le ha
valido las críticas de los sindicatos policiales.
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