Foto: Participación
electoral en Venezuela. Internet
Por Ollantay Itzamná
En las
condiciones materiales más adversas, más de 20 millones de venezolanos/as
fueron nuevamente convocados a las urnas para decidir con su voto el rumbo
político que debe asumir el país.
La
ciudadanía, muy a pesar del hambre y las enfermedades que padecen producto del
bloqueo y saqueo económico que el gobierno de los EEUU aplica a este país de
Abya Yala, acudió a las urnas y nos dejó las siguientes lecciones al resto de
los pueblos de la región y del mundo:
Primera. Incluso
al intervencionismo imperial más letal se puede derrotar en las urnas. En 21
años del proceso bolivariano encabezado por Chávez-Maduro, el pueblo venezolano
derrotó en las urnas en 23 oportunidades a los gobiernos norteamericanos y
europeos, y a las oligarquías latinoamericanas/venezolanas. La oposición, ganó
en las urnas únicamente en 2 oportunidades. ¿En qué país de Abya Yala o del
mundo se realizan 25 procesos electorales en 21 años?
En las
elecciones parlamentarias recientes del 6 de Diciembre, que en los hechos
también fue un plebiscito en contra del Presidente Nicolás Maduro, el 67% de
electores venezolanos dijo nuevamente SÍ al proceso bolivariano y a su gobierno
constitucional.
Segunda. La
razón y la sabiduría de los pueblos puede más que la violencia y la sinrazón
del dinero. Los gobiernos y corporaciones norteamericanas y europeas, y la
oligarquía nacional, diseñaron e implementaron diferentes proyectos violentos
para derrumbar o quitar legitimidad social al proceso bolivariano. Juan Guaido
y la Asamblea Nacional Legislativa última quienes constantemente clamaron por
la intervención militar norteamericana, y la estoica respuesta pacífica del gobierno
y pueblo venezolano, es la constatación más sublime de que un pueblo consciente
y organizado puede vencer a las provocaciones más violentas por la vía de la
paz y la razón democrática.
Los
violentos tenían y tienen el dinero, las armas y el ejército de las
corporaciones de medios de (des)información para masacrar electoralmente al
pueblo. Pero, la organización, la conciencia, la razón de la dignidad se
impuso, una vez más, sobre la sinrazón del dinero y de las armas.
Tercera. La
organización y participación consciente puede más que el individualismo y la
apatía. Venezuela derrota, una y otra vez, al saqueo violento del país en las
urnas porque buena parte de su población está cultivada en la hábito de la
organización como estilo de vida. Y, el tejido de las organizaciones
locales/sectoriales sirven como lugar y vehículo para educar, concientizar a la
población. De lo contrario, ¿cómo se explica que un pueblo empobrecido
materialmente, estrangulado económicamente, y desprestigiado internacionalmente
continúe optando por “su proceso revolucionario” ya por más de dos décadas?
En
Venezuela el voto no es obligatorio. Es decir, al ciudadano que no vota no se
aplica abusivas multas económicas como ocurre en Perú u otros país. El voto en
Venezuela es un derecho, más que una obligación. Y la gente sale a votar.
En
Venezuela, en las recientes elecciones legislativas, participaron 107
organizaciones políticas con sus candidatos. ¿En qué país del mundo se permite
o posibilita semejante pluralismo político electoral?
Mientras en
los países neoliberales, como Guatemala, Honduras, Chile, Perú…, la ciudadanía
inconforme exige la reducción de la cantidad de parlamentarios, en Venezuela la
Asamblea Nacional Legislativa aumentó de 167 a 277 representantes.
El pueblo
consciente de Venezuela no sólo nos deja lecciones de dignidad y soberanía para
el resto de los pueblos de Abya Yala. Este país vilipendiado y desprestigiado,
con sus logros, también nos desafía al resto de los pueblos a sacudirnos del
“naturalizado” intervencionismo norteamericano, de la ilusión de la
“benignidad” de los fracasados estados criollos y sus gobernantes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario