Acto encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador desde Palacio Nacional
MODERADORA: Antes de dar inicio con este
evento, les pido sean tan amables de permanecer de pie y atender con respeto el
toque militar ‘Silencio’, como un merecido homenaje a quienes perdieron la
batalla ante la contingencia sanitaria COVID-19.
(TOQUE MILITAR
‘SILENCIO’)
MODERADORA: El presidente de México se dirige a la escolta de bandera para
saludar a nuestro lábaro patrio.
(SALUDO)
MODERADORA: A continuación, se rendirán los honores al presidente
constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y comandante supremo de las
Fuerzas Armadas.
(HONORES)
MODERADORA: Favor de tomar asiento para escuchar el mensaje que dirige el
licenciado Andrés Manuel López Obrador, presidente constitucional de los
Estados Unidos Mexicanos.
PRESIDENTE ANDRÉS
MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos todos:
Hoy, cuando cumplimos dos años de gobierno, puedo
sostener, con hechos y en honor a la verdad, que hemos avanzando en nuestro
objetivo de transformar a México. Desde antes de asumir el mandato popular de
presidente de la República, fuimos elaborando un plan de desarrollo que surgió
de muchos años de brega, recorriendo a ras de tierra el territorio nacional,
valorando las potencialidades y los vastos recursos naturales, reflexionando
sobre los obstáculos para el desarrollo y el bienestar de la población,
aquilatando la grandeza cultural de México y recogiendo los sentimientos de la
gente en todos los pueblos y regiones del país.
Así fue como llegamos a la conclusión de que eran
mayores las posibilidades de cambio que las de estancamiento o decadencia y que
hacer realidad la transformación dependía, en primer lugar, en enfrentar el
grave problema de la corrupción y de contraponerle la virtud de la honestidad,
que es la mayor riqueza de nuestro pueblo.
Con esta convicción, desde que tomé posesión del cargo
empezó a llevarse a cabo una política diferente. El primer día, mi esposa y yo
nos trasladamos en un automóvil normal a la sede del Poder Legislativo para
rendir protesta, sin el aparato del Estado Mayor Presidencial ni la
acostumbrada parafernalia de poder.
Posteriormente, aquí, en Palacio Nacional, atendí a
los jefes de Estado e invitados especiales y en el Zócalo capitalino me dirigí
al pueblo para prometerle no mentir, no robar, no traicionar y dar cumplimiento
a 100 compromisos básicos.
Sabíamos qué cambios debían hacerse y comenzamos la
obra de transformación.
Se ajustó el marco legal con reformas constitucionales
de gran importancia: la corrupción, el robo de hidrocarburos y el fraude
electoral se convirtieron en delitos graves, se creó la Guardia Nacional, se
canceló la condonación de impuestos, se garantizó la posibilidad de realizar
consultas populares, se aprobó el procedimiento de la revocación del mandato,
se eliminó el fuero al presidente para que pueda ser juzgado por cualquier delito
como cualquier otro mexicano, entre otras modificaciones al marco legal.
De inmediato, comenzamos a combatir la corrupción y a
poner en práctica una política de austeridad republicana. Hemos ahorrado en dos
años un billón 300 mil millones de pesos en compras y contratos, reduciendo al
mínimo el robo de combustible, el llamado huachicol, disminuyendo drásticamente
la defraudación fiscal y otras malas prácticas dañinas que proliferaban en la
hacienda pública en el antiguo régimen.
La austeridad y la cancelación de fideicomisos y
fondos que se manejaban de manera discrecional, deshonesta y en beneficio de
minorías también nos ha permitido liberar más presupuesto en beneficio del
pueblo.
Con esta fórmula de combatir la corrupción y gobernar
sin lujo ni frivolidad hemos podido cumplir los compromisos de no endeudar al
país, no aumentar impuestos, no subir los precios de los combustibles y, lo más
importante, esta nueva política económica fincada en la moralidad nos ha
permitido financiar programas sociales para el bienestar de nuestro pueblo, en
especial para los más pobres y marginados.
Ya es realidad la pensión universal para los adultos
mayores, el apoyo a niñas y niños con discapacidad, la entrega de becas a
estudiantes de familias pobres y la atención médica y los medicamentos
gratuitos, programas que por cierto ya se elevaron a rango constitucional y
están establecidos como derechos de observación obligatoria para quien esté en
el gobierno.
Además de estas acciones, desde el principio
emprendimos el apoyo al campo. Se ayudó de manera directa con recursos
económicos a productores y pescadores, se restablecieron los Precios de
Garantía, se están sembrando árboles frutales y maderables en un millón de
hectáreas, se entregan fertilizantes a todos los productores de Guerrero, más
de un millón 500 mil jóvenes han trabajado como aprendices con una percepción
de un salario mínimo.
No hemos dejado de pagar a médicos, enfermeras,
soldados, marinos y otros servidores públicos.
En dos años ha aumentado el salario mínimo en 30 por
ciento en términos reales, como no sucedió en los últimos 36 años del periodo
neoliberal ni en épocas anteriores.
Se canceló la mal llamada reforma educativa.
Cincuenta y un mil comités escolares formados por
maestros, alumnos, madres y padres de familia ya reciben de manera directa el
presupuesto para el mantenimiento de las escuelas.
No han faltado los libros de texto para nivel básico y
educación media superior y se trabaja en mejorar sus contenidos.
Están terminadas o en proceso 140 universidades
públicas.
Hemos aumentado en siete mil 200 las becas de posgrado
e investigadores, para llegar a un total de 123 mil y recientemente se amplió
el doble el número de médicos que recibirán una beca para cursar una
especialidad en el país o en el extranjero.
Cuarenta seis mil 783 comunidades ya cuentan con
conexión a internet, el año próximo serán 122 mil y en 2022 la red cubrirá todo
el territorio nacional.
Sigue en expansión el Banco del Bienestar, para el
cual se han construido hasta ahora 362 sucursales, hay 400 más en proceso y en
los próximos dos años tendrá cobertura hasta en las regiones más apartadas del
país, con dos mil 700 nuevas sucursales.
En materia de promoción cultural hemos publicado 46
títulos de grandes autores con un millón 840 mil ejemplares gratuitos o a
precios módicos.
Están en construcción los parques culturales y
ecológicos del bosque de Chapultepec y del lago de Texcoco.
En estos dos años tomamos decisiones trascendentes.
Por mandato popular, cancelamos el proyecto del aeropuerto de Texcoco y estamos
construyendo el Aeropuerto Civil y Militar General ‘Felipe Ángeles’, que nos
permitirá ahorrar 220 mil millones de pesos y que será inaugurado el 21 de
marzo del 2022.
Se inició la obra del Tren Maya, así como el Corredor
Industrial y Portuario del Istmo de Tehuantepec.
Se estableció la política de apoyo a la frontera norte
con disminución de impuestos, reducción al precio de los combustibles y aumento
al doble del salario mínimo. Lo mismo se aplicará desde enero próximo en la
frontera sur en cuanto a estímulos fiscales; por ejemplo, Chetumal volverá a
ser zona franca.
Avanzamos en el rescate de Pemex y de la Comisión
Federal de Electricidad, empresas públicas a las que la corrupción y la
embestida privatizadora pusieron al borde de la desaparición.
En 2023 dejaremos de importar gasolinas porque
lograremos la autosuficiencia con la entrada en operación de la nueva refinería
de Dos Bocas y la modernización de las seis refinerías existentes.
Reitero que hemos cumplido el compromiso de no
aumentar el precio de los combustibles y la energía eléctrica, y agrego un
dato: la gasolina ahora es más barata que cuando empezamos a gobernar.
Mucho habíamos avanzado en las decisiones y las
acciones para transformar a México cuando en marzo de este año llegó al país la
pandemia del nuevo coronavirus que, además de sufrimiento por la pérdida de
miles de vidas, nos obligó, como a casi todos los otros países, a tomar medidas
de mitigación que paralizaron la economía, afectaron las actividades productivas
e incidieron en un incremento del desempleo, tanto en el sector formal como el
informal en todo el territorio nacional.
Pero en vez en quedarnos con los brazos cruzados,
decidimos enfrentar, tanto la crisis sanitaria como la económica, con entrega,
eficacia y con estrategias no convencionales que nos han permitido ir saliendo
poco a poco de la adversidad por el bien del pueblo y de nuestra nación.
En cuanto a las acciones para combatir la pandemia
informo que, a pesar de heredar un sistema de salud en ruinas, minado por la
corrupción, logramos terminar de construir 130 hospitales y reconvertimos 971
para atender pacientes con COVID-19.
Se han instalado 32 mil 203 camas generales y 10 mil
735 con ventiladores.
Se capacitó a 193 mil 645 médicos generales.
Se compraron equipos.
Se contrató a 71 mil trabajadores de la salud.
Y gracias al apoyo del pueblo, de las enfermeras y de
los médicos que han puesto en riesgo hasta sus vidas, y a los directivos
encargados de conducir toda esta estrategia, no nos hemos visto rebasados.
Hemos procurado que a ningún enfermo le falte atención médica y hospitalaria, y
hemos salvado miles de vidas.
No podría dejar de mencionar la solidaridad, el
humanismo demostrado por fundaciones de empresas y hospitales privados, que
desde los primeros días de la pandemia nos están apoyando para atender enfermos
de COVID y de otros padecimientos. Asimismo, hemos establecido relaciones con
farmacéuticas y gobiernos internacionales para obtener y aplicar lo más pronto
posible la vacuna contra el COVID.
No obstante, por desgracia esta terrible enfermedad ha
causado la muerte de más de 100 mil personas, a quienes recordaremos siempre
con afecto y cariño, y nunca dejaremos de expresar nuestras condolencias y
solidaridad para con sus familiares y los amigos.
Enfrentar la crisis económica ha sido menos doloroso y
complejo que luchar contra los contagios. Nos ha resultado muy útil desechar
las recetas económicas aplicadas durante el periodo neoliberal, empezando por
la estrategia de endeudar al pueblo para rescatar a los de arriba, como se hizo
cuando el Fobaproa.
Ahora es diferente. Gracias a las medidas de
austeridad y al combate a la corrupción, no tuvimos que recurrir a nuevos
préstamos y todos los recursos liberados se destinan de manera directa, sin
intermediarios, a la base de la pirámide social, para que de ahí suban a los
estratos superiores; es decir, se le da preferencia a los pobres y a los
integrantes de las clases medias.
Por eso se adelantaron los pagos en pensiones a
adultos mayores y a personas con discapacidad, se mantuvo la entrega de becas
educativas y el apoyo a agricultores y pescadores, se amplió el programa de créditos
a pequeñas empresas del sector formal e informal de la economía, en ocho meses
se otorgaron dos millones 750 mil créditos para actividades productivas y
vivienda. En fin, se fortaleció el ingreso de las mayorías y con ello no sólo
se facilitó la subsistencia de los más afectados, sino que se evitó una caída
del consumo de alimentos y de otros bienes de primera necesidad, lo que habría
tenido efectos desastrosos adicionales para el resto de la economía.
Esta estrategia coincidió con el aumento del 10 por
ciento de las remesas enviadas de Estados Unidos por nuestros paisanos
migrantes a sus familiares.
Este año, a pesar de la pandemia, esos envíos de
dinero llegarán a la suma récord de 40 mil millones de dólares, lo cual
beneficiará a 10 millones de familias que están recibiendo en promedio 350
dólares mensuales.
Esta muestra de fraternidad, de heroísmo, por parte de
nuestros connacionales en el extranjero puede calificarse como una especie de
milagro social que fortalece nuestra creencia en la extraordinaria fraternidad
del pueblo de México. Allá o acá, siempre nuestro pueblo solidario.
Prueba de que no ha disminuido el consumo es que de
enero a noviembre de este año las tiendas de autoservicio vendieron ocho por
ciento más que el año pasado.
Expongo también que se está cumpliendo el pronóstico
que hicimos en el sentido de que la crisis tendría un comportamiento en forma
de ‘V’: caeríamos hasta el fondo, como ocurrió en abril, pero saldríamos del
hoyo, como de hecho ha venido sucediendo.
La economía empieza a crecer, y del millón 117 mil 584
empleos formales perdidos, ya se han recuperado 555 mil 600. Pienso que en
marzo lograremos alcanzar de nuevo los 20 millones 613 mil 536 puestos de
trabajo que tenía registrados el Instituto Mexicano del Seguro Social antes de
la pandemia.
Otros datos favorables. A pesar de la crisis
sanitaria, en los dos años que llevamos en el gobierno nuestra moneda no se ha
depreciado y los ingresos de la hacienda pública han disminuido muy poco, tres
por ciento con relación al año pasado.
También hemos avanzado en la solución al grave
problema de la inseguridad y la violencia que nos dejaron los gobiernos
anteriores. En esta materia la prioridad ha sido atender las causas que
llevaron a la descomposición social con la premisa de que la paz es fruto de la
justicia.
En mi gobierno, la autoridad no se asocia con la
delincuencia, no hay impunidad para nadie y, aunque todavía falta mucho para
pacificar al país, sostenemos con hechos que se revirtió la tendencia al alza
en la mayoría de los delitos que se cometían.
Según datos del Inegi, el año pasado hubo menos
homicidios que en 2018 e informo que en los 11 meses de este año, en
comparación con el mismo periodo del 2018, los delitos del fuero federal se han
reducido en 30 por ciento; y en general, de 11 delitos de alto impacto del
fuero común, ocho han presentado una disminución considerable.
Por ejemplo, el robo a casa habitación se ha reducido
en 23 por ciento, el robo a transeúnte en 30 por ciento, el robo en el
transporte público colectivo en 42 por ciento, el robo en transporte público
individual ocho por ciento, el robo de vehículo 35 por ciento menos, el robo a
transportistas 26 por ciento, el robo a negocios 15 por ciento y el secuestro
ha bajado 29 por ciento. Las únicas excepciones han sido el homicidio doloso,
el feminicidio y la extorsión, que han aumentado en 3.8 por ciento, 8.9 por
ciento y 21 por ciento respectiva.
En el combate a las organizaciones delictivas se
respetan los derechos humanos. Las fuerzas federales no cometen masacres ni se
remata a los heridos. Por ejemplo, en 2011 y 2012, en plena guerra contra el
narcotráfico, en enfrentamientos con militares y marinos, hubo mil 750 civiles
heridos y detenidos, pero dos mil 459 fallecidos en esos enfrentamientos, es
decir, un índice de letalidad de 709 personas más que perdieron la vida.
En cambio, en los dos años que llevamos en el
gobierno, 631 personas han sido heridas y detenidas, pero sólo han muerto en
esos enfrentamientos 507, o sea, el índice de letalidad es de 124 fallecidos
menos. En otras palabras, a diferencia de antes, la proporción de muertos es
inferior a la de heridos y detenidos.
Se demuestra así que nos mueve una convicción de
justicia, no de exterminio, y que en el restablecimiento de la seguridad
priorizamos el respeto a la vida. En fin, a pesar de los vicios, el caos y la
gravedad del problema que heredamos, con la nueva política seguridad pública
hemos ido avanzando para conseguir la paz.
En la última encuesta del Inegi sobre percepción de
inseguridad de los ciudadanos se reportó la cifra más baja en cinco años.
Aclaro que todo lo realizado en esta materia es fruto
del trabajo perseverante y coordinado de las secretarías y organismos que
integran el Gabinete de Seguridad y Protección Ciudadana.
La Guardia Nacional ha resultado de gran apoyo. A
pesar de su reciente fundación, ya es una corporación profesional,
disciplinada, con 98 mil elementos que permanecen desplegados en 176
coordinaciones regionales del país en los 32 estados de la República, el
próximo año tendremos presencia en 266 coordinaciones territoriales con 150 mil
policías, oficiales y mandos. Además, ya se han terminado 87 cuarteles, están
en proceso de construcción 85 más y en 2021, el año próximo, habremos terminado
de construir todas las instalaciones de la Guardia Nacional en el país.
Reconozco y agradezco el respaldo incondicional de los
soldados y marinos de México, que nos han apoyado en labores de seguridad
pública, porque ahora lo permite la Constitución. Nos han ayudado en la
protección de instituciones estratégicas, en la noble aplicación de los planes
Marina y DN-III en auxilio a la población afectada por sismos, inundaciones
ahora con la pandemia y otras calamidades.
En nuestro gobierno los institutos armados están
entregados, además, a la ejecución de obras en beneficio de nuestro pueblo:
dragan ríos, limpian playas, construyen canales, aeropuertos, sucursales del
Banco del Bienestar, administran puertos, vigilan aduanas y cultivan en viveros
millones de árboles para sembrar parcelas comunales, ejidales y pequeñas
propiedades. En fin, las Fuerzas Armadas están inaugurando una etapa nueva en
su función de servicio a México.
Mi reconocimiento en particular al secretario de
Marina, almirante José Rafael Ojeda Durán, y al secretario de la Defensa
Nacional, general Luis Cresencio Sandoval González.
Amigas y amigos:
De 100 compromisos presentados hace dos años en el
Zócalo hemos cumplido 97, sólo están pendientes o en proceso tres:
descentralizar el gobierno federal, impulsar el desarrollo de fuentes de
energías renovables mediante la rehabilitación de las hidroeléctricas y conocer
la verdad acerca de la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa. En eso
estamos.
Pero también hemos hecho muchas otras cosas que no
están incluidas en ese listado de compromisos. Por ejemplo, terminamos el Tren
Suburbano de Guadalajara y continuamos con el Tren de Toluca a la Ciudad de
México.
Rehabilitamos los aeropuertos de Tuxtla Gutiérrez, de
Chetumal y el aeropuerto capitalino.
Hemos invertido 28 mil millones de pesos en el
mantenimiento de 40 mil kilómetros de carreteras del país, logrando que, del 35
por ciento que estaba en mal estado, sólo nos falte reparar el 15 por ciento.
Se está limpiando de corrupción Conagua, Capufe, el
Instituto Nacional de Migración, las aduanas, las Administraciones Portuarias
Integrantes, las API, y el Sistema de Administración Tributaria, el SAT.
Las Islas Marías dejaron de ser penal y se
convirtieron en el Centro de Educación Ambiental y Cultural Muros de Agua ‘José
Revueltas’.
No hemos otorgado ninguna concesión minera.
Se implementó el Programa Nacional de Búsqueda y
Localización de Personas Desaparecidas por la Violencia.
Se reinstaló a todos los maestros despedidos por la
imposición de la llamada reforma educativa y se están reparando daños cometidos
a personas o familiares afectados por la corrupción neoliberal o por la
violencia de Estado, como los casos de la Guardería ABC en Hermosillo, Sonora,
o Pasta de Conchos, en Coahuila.
Se mantiene el Programa de Protección a Periodistas.
Se creó el Instituto para Devolver al Pueblo lo
Robado.
Se rifó el avión presidencial y se entregaron 100
premios de 20 millones a particulares, escuelas y hospitales.
Se ayuda a los damnificados por inundaciones.
El gabinete está integrado en un 50 por ciento por
mujeres y, por primera vez en la historia, una mujer, la licenciada Olga
Sánchez Cordero, se desempeña como secretaria de Gobernación; y Rosa Icela
Rodríguez Velázquez está a cargo de la Secretaría de Seguridad y Protección
Ciudadana.
Hemos realizado 504 conferencias de prensa de 7:00 a
9:00 de la mañana de lunes a viernes.
He visitado como presidente todos los estados del
país, unos cuatro veces y otros hasta en 26 ocasiones.
Entró en vigor el nuevo tratado comercial con Estados
Unidos y Canadá.
Se aprobó la nueva ley laboral para garantizar el voto
directo y la democratización de los sindicatos.
No hemos tenido ningún conflicto con el magisterio
nacional.
Se ha basificado a 300 mil trabajadores de la
educación.
Se han entregado puntualmente las participaciones
federales y los recursos del presupuesto que por ley corresponde a estados y
municipios.
La independencia del Poder Judicial, Judicial y de la
Fiscalía General de la República es una realidad
No se fabrican delitos ni se espía a opositores.
La inflación está controlada.
No existe escasez de alimentos, materias primas o
combustibles.
Funciona normalmente el sistema financiero.
Sólo ha habido 18 huelgas de trabajadores. Las
manifestaciones de protesta se han garantizado y se han reducido al mínimo.
Los créditos del Infonavit y del Fovissste se entregan
de manera directa a los trabajadores y no hay desalojos por causas o deudas
contraídas con estos organismos.
Ofrecimos asilo al expresidente Evo Morales y a sus
colaboradores.
No tenemos conflicto con ningún gobierno en el mundo.
No se han violado los derechos humanos de migrantes.
Se permitió la entrada a organismos internacionales
para vigilar nuestro país sobre el cumplimiento de los derechos humanos.
No ha habido apagones ni falta de agua.
Se resolvió el problema del desabasto de gasolina que
se originó por el combate al robo de combustible y se adquirieron 612 pipas o
carros tanques que opera la Secretaría de la Defensa Nacional.
Hay información permanente sobre quién es quién en los
precios.
Se inauguró el Túnel Emisor Oriente para evitar
inundaciones en el Valle de México.
Nuestro país fue electo, casi por unanimidad, para
integrar el Consejo de Seguridad de la ONU.
De igual manera, se aprobó la resolución que
presentamos en esa organización para garantizar la equidad en el comercio de
medicinas y vacunas.
Se estableció el sistema de educación por internet,
radio y televisión.
Se montaron mil 530 exposiciones artísticas y
arqueológicas en México y en el extranjero.
Se celebraron los actos cívicos del Grito y el Desfile
de Independencia, así como la conmemoración del inicio de la Revolución
mexicana.
Novecientos veinticinco deportistas y entrenadores de
alto rendimiento han recibido de manera directa apoyos para su preparación por
un monto global de 500 millones de pesos.
También se está preparando la conmemoración para el
año próximo, 2021, de los 700 años de la fundación de Tenochtitlán, los 500 de
la invasión extranjera y la toma militar de la actual Ciudad de México, y los
200 años de la Independencia nacional.
Como alternativa al Producto Interno Bruto se está
elaborando el Índice de Bienestar.
Se lleva a cabo el proyecto Agua Saludable para La
Laguna de Coahuila y Durango.
Se ha consolidado el Servicio de Protección Federal
para prestar seguridad a las secretarías y organismos de la Administración
Pública Federal.
Ha iniciado el proyecto de construcción del nuevo
aeropuerto de Tulum, Quintana Roo.
Se están creando escuelas para formación de
deportistas y maestros de educación física.
Se aplica un nuevo etiquetado en alimentos para evitar
el consumo de productos chatarra.
Se incorporó a la enseñanza pública la nueva materia
Vida Saludable.
Y se instaló una comisión para impulsar el plan de
justicia para el pueblo yaqui del estado de Sonora, entre otras acciones.
Pero lo más importante es que ya está sentadas las
bases de la transformación. A dos años de ocupar la presidencia puedo afirmar
que ya logramos ese objetivo, repito, sentar las bases para la transformación
de México.
¿En qué consiste el sentar las bases para transformar
a México?
Consiste en que ahora se respeta la Constitución, hay
legalidad y democracia. Se garantizan las libertades y el derecho a disentir,
hay transparencia plena y derecho a la información, no se censura a nadie, no
se violan los derechos humanos, no se reprime al pueblo, no se organizan
fraudes electorales desde el poder federal.
El gobierno ya no representa a una minoría, sino a
todos los mexicanos de todas las clases, culturas y creencias. Se gobierna con
austeridad, se gobierna también con autoridad moral. No se tolera la corrupción
ni se permite la impunidad la impunidad. En la práctica no hay fueros ni privilegios.
Se atiende a todos se respeta a todos, pero se le da preferencia a los pobres.
Se protege la naturaleza, se auspicia la igualdad de
género, se repudia la discriminación, el racismo y el clasismo, se fortalecen
valores morales, culturales y espirituales, se cuida y se promueve el
patrimonio cultural e histórico de México.
México, nuestro gran país, es una nación libre y
soberana, respetada y respetable para el resto del mundo. Se lucha por la paz y
nos encaminamos a vivir en una República justa, libre, democrática, soberana y
fraterna.
Es un timbre de orgullo el que, a pesar de la crisis
sanitaria y económica que provocó la pandemia y con todo el sufrimiento
causado, no dejamos de trabajar para consumar la Cuarta Transformación de la
vida pública de México.
Y es evidente que si avanzamos y resistimos es porque
nos decidimos a enfrentar, en primer término, la peste de la corrupción, que
tanto daño ha causado a México y a su pueblo.
Esto lo ha sabido el pueblo, lo ha sabido la gente,
desde hace mucho tiempo, pero es ahora que se comprende mejor y se siente como
una realidad, porque el dinero que antes se robaban ahora llega a los de abajo,
a los olvidados, a los vecinos, a los marginados de nuestro país.
Puedo afirmar a este respecto que el 70 por ciento de
los hogares de México recibe, cuando menos, un programa de bienestar o se
beneficia de alguna manera del presupuesto nacional; y que el resto, el 30 por
ciento de los mexicanos con mejores condiciones económicas y de trabajo tampoco
los hemos dejado en el desamparo, ellos obtienen la satisfacción de tener
condiciones para seguir progresando y vivir en paz, sin miedos ni temores, con
la dicha enorme que produce a cualquier ser humano de buenos sentimientos el
llevar a la práctica el principio fundamental del amor al prójimo y el servicio
a los semejantes.
Amigas y amigos:
No todo es perfecto, ni aspiramos al pensamiento único
ni al consenso. Estamos conscientes de que existe oposición a nuestro gobierno
y eso es legítimo y normal en una auténtica democracia, máxime cuando se está
llevando a cabo una transformación profunda impulsada por nuevas ideas
liberales, que buscan acabar con privilegios de minorías conservadoras
acostumbradas a medrar al amparo del poder económico o de poder político; sin
embargo, la mayoría de los mexicanos está respaldando a nuestro gobierno.
En la última encuesta, porque yo tengo otro dato, el
71 por ciento de los mexicanos, 71 por ciento de los ciudadanos mexicanos,
desean que sigamos gobernando y con eso tenemos. Eso es lo fundamental, el
apoyo de la mayoría del pueblo. Como decía el presidente Juárez: ‘Con el pueblo
todo sin el pueblo nada’.
Amigas y amigos:
Gracias por su confianza. A los que están aquí
presentes muchas gracias de todo corazón; a los que nos están viendo, escuchando
por radio, por televisión, por las redes, muchas gracias. Amor con amor se
paga.
No les he fallado y no les fallaré. Sigamos todos
promoviendo el bien, enalteciendo a nuestra patria y haciendo historia.
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
MODERADORA: Se rendirán los honores al presidente constitucional de los
Estados Unidos Mexicanos.
Se les invita a permanecer de pie para entonar nuestro
Himno Nacional.
(HIMNO NACIONAL)
MODERADORA: El presidente se la República se dirige a la escolta de bandera para
despedirse de nuestro lábaro patrio.
(DESPEDIDA)
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