Constitución para los trabajadores
Hasta hoy, la ley es para proteger a los mexicanos poderosos
La patria justa aún no
ha sido creada; ya es tiempo de forjarla
Por Francisco Gómez Maza
El miércoles 5 de
febrero está marcado por la contradictoria historia mexicana.
Un grupo triunfante,
avasallante, de revolucionarios (los más amados por el pueblo trabajador
quedaron fuera de este banquete) decidió darles “a los mexicanos de primera”,
una ley suprema, presuntamente para construir, modelar, mantener y superar
material y espiritualmente a la Patria. Pero no fue así. Y hasta ahora, después
de un siglo, sigue siendo para maldición de los trabajadores y bendición de los
millonarios. Sea lo que fuere, en honor a esos constitucionalistas de antaño –
de 1917, de 1824 -, miembros de la clase vencedora que sustituyó a la dictadura
por otra dictadura de partido más mañosa y corrupta, los sectores
gubernamentales, que no el pueblo, que de constituciones no tiene nada que
festejar, celebraron el 103 aniversario de la Constitución, promulgada en
Querétaro, en 1917 por Venustiano Carranza, autoproclamado Primer Jefe de
la Revolución Constitucionalista, que desbancó a la dictadura militar del
golpista Victoriano Huerta. (No participaron los miembros de las clases
dominadas, porque las constituciones y las leyes son dictadas para proteger a
las clases dominantes de las “acechanzas” de las dominadas.)
Antes, en 1824, en el
Acta Constitución del federalismo, se apuntaron los restantes principios de un
“gobierno ideal para los mexicanos”. Léase para protección de las clases
poderosas, dominantes:
1.- Soberanía nacional y
de los estados
2.- Forma republicana de
gobierno
3.- Sistema
Federal
4.- Democracia
política
5.- Derechos humanos
6.- Ejercicio responsable
del poder y rendición de cuentas
Según el investigador
estudioso de las constituciones, político y, más que nada, amigo, Antonio
Tenorio Adame, todos estos principios, y algunos otros, provienen de las luchas
por la independencia y contenidas en todas y cada una de las constituciones
juradas, incluidas las que se hallan vigentes.
El reto, como ha
señalado el constitucionalista José Barragán, consiste en darles vida de verdad
a cada uno de dichos principios (a favor de los trabajadores, obreros y campesinos),
empezando, tal vez, por introducir reformas importantes al texto
constitucional, pero con visión de “pueblo”. Este término – pueblo – sólo
incluye a trabajadores, campesinos, clases medias bajas, pobres, miserables,
excluidos, explotados, discriminados, por color de piel, preferencias sexuales,
creencias filosóficas y teológicas entre otras.
Ya es hora de que los
poderosos se fijen en los pobres, tanto para aumentar sus propios caudales
mediante una demanda de bienes y servicios, fuerte, como para prepararse para
afrontar la rebeldía.
En el mundo, muchos
economistas y empresarios están tomando conciencia de que, si no hacen un
esfuerzo por compartir con los pobres, quizá mediante la alternativa fiscal (no
lo sé), llegará el momento, no muy lejano, en que se les voltee el chirrión por
el palito.
Es urgente, y lo ha
advertido Tenorio Adame, ir revisando el texto vigente de la Constitución,
hecha y promulgada para protección de los poderosos, precisamente para
actualizar cada uno de dichos principios, especialmente aquellos que aparecen
como urgentes para combatir la corrupción, así como para crear las condiciones
sociales, económicas, culturales, civiles y políticas, necesarias para
erradicar la violencia; y, positivamente, para crear las condiciones
indispensables para el goce pleno de los derechos humanos.
A desfondo: Muere el
doctor que alertó del coronavirus, pero fue silenciado. Li Wenliang, el médico
chino que advirtió al público de una posible enfermedad "similar al
SARS" en diciembre de 2019, murió de coronavirus en Wuhan este jueves,
según varios informes de los medios estatales. El doctor Li Wenliang fue
interrogado por la autoridad de salud local, y luego fue convocado por la
policía de Wuhan para firmar una carta de reprimenda en la que se le acusó de
"difundir rumores en línea" y "perturbar gravemente el orden
social".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario