El Tratado de Guadalupe Hidalgo
Letra muerta o latente en la vida de los mexicanos en Estados Unidos
Por Armando García
Editor y Fundador de Nuestra América Magazine
El Tratado de Guadalupe
Hidalgo, fue un acuerdo que puso fin oficialmente a la Guerra México-EE.UU.
(1846-1848). Se firmó el 2 de febrero de 1848 en Guadalupe Hidalgo, Zacatecas;
una ciudad al norte de la capital donde el gobierno mexicano había huido con el
avance de las fuerzas estadounidenses. Según sus términos, México cedió el 55
por ciento de su territorio, incluidas los actuales estados de Arizona,
California, Nuevo México, Texas, Colorado, Nevada y Utah, a los Estados Unidos
de América. México no le quedó otra que renunciar a todos los reclamos a Texas
y reconoció al Río Bravo/Grande como el límite fronterizo con los Estados
Unidos.
Nuestra América Magazine
desde 1995 ha publicado en dos ocasiones en su totalidad el convenio. Lo
hicimos, por ser de importancia actual para que los habitantes de origen
mexicano en Estados Unidos para que conozcan su historia, ya que a partir de su
firma y su ratificación meses después, fue cuando se divide la historia de los
mexicanos en ambos lados de la frontera.
Para los habitantes de la
República Mexicana, considero, sin temor a equivocarme, que el tratado es simplemente
letra muerta, sin interés para los gobernantes entreguistas a los descendientes
de quienes hace 176 años invadieron a su país. Pero para los chicanos, descendientes
de los mexicanos que se quedaron en los territorios cedidos, los cuales el
escritor chicano Rodolfo Acuna, los llama la ‘América Ocupada’, es letra
latente, porque es la que ha definido el trato, la humillación, la discriminación,
la xenofobia, la violencia, la impunidad, el tráfico humano y de
estupefacientes, quizá peor que la ejercida contra los indígenas en el México
de nuestros padres y abuelos.
Los mexicanos en Estados
Unidos han padecido, al igual o peor que otras minorías, situaciones de
linchamientos, ahorcamientos, aislamientos, segregación étnica y lingüística y
hasta veces territorial por abandono histórico y cultural. Poco ha faltado para
que se nos haya exterminado o puestos en campos de concentración o
reservaciones como a los nativos americanos, pobladores originales de estas
tierras.
El tratado también es
letra muerta, porque ni siquiera México, oficialmente ha cuestionado su
legitimidad, por sus innumerables violaciones, suficientes para anular la
validez de los acuerdos firmados por el entonces presidente Antonio López
de Santa Anna; debido a la confesión en
el texto del tratado de que el ejército norteamericano, invadió a México.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario