Por Amy Godman
Rusten Sheskey, un oficial de policía blanco de Kenosha, Wisconsin, le
disparó siete tiros a quemarropa por la espalda al afroestadounidense Jacob
Blake, de 29 años de edad, cuando Blake ingresaba a su automóvil. Dentro del
vehículo estaban los tres hijos de Blake, de 3, 5 y 8 años. Si bien Blake
sobrevivió milagrosamente, un video del tiroteo que se volvió viral, muy
similar al de la muerte de George Floyd en Minneapolis a manos de la policía en
el mes de mayo, provocó un levantamiento en Kenosha contra el racismo y la brutalidad
policial. La policía utilizó gases lacrimógenos, gas pimienta y balas de goma
para reprimir las crecientes protestas del movimiento Black Lives Matter (Las
vidas negras importan, en español). Una milicia llamada “La Guardia de Kenosha”
hizo circular un llamado en Facebook a “cualquier patriota que esté dispuesto a
tomar las armas y defender nuestra ciudad esta noche de los malditos bandidos”
para “tomar las armas y defender nuestra CIUDAD”. Decenas de civiles blancos
armados respondieron al llamado, y uno de ellos presuntamente disparó y mató a
dos de los manifestantes antirracistas, dejando a un tercero herido de
gravedad.
El video que
registra el momento de los disparos contra Jacob Blake no provino de ninguna
cámara corporal de la policía, sino del teléfono celular de un transeúnte. El
abogado de derechos civiles Benjamin Crump, quien representa a Blake, tuiteó:
“El Concejo Municipal de Kenosha aprobó una ordenanza en 2017 que requiere que
todos los oficiales usen cámaras corporales. Pero nunca las compraron. Están en
el presupuesto… de 2022. Si no fuera por el video de un vecino, el tiroteo de
la policía contra Jacob Blake no hubiera figurado en ninguna parte y ningún
oficial rendiría cuentas por el hecho”.
Este no es el
primer caso en el que la policía de Kenosha se ve envuelta en una polémica por
dispararle a un ciudadano. El 9 de noviembre de 2004, la policía de Kenosha
detuvo a Michael Bell, un joven blanco de 21 años de edad, cuando estaba en su
automóvil frente a la casa de sus padres. Bell salió corriendo hacia la entrada
de la casa, pero fue sujetado por detrás por dos oficiales que lo inmovilizaron
contra un automóvil estacionado. Otro oficial sacó su arma, la colocó contra la
cabeza de Bell y apretó el gatillo, matándolo.
El Departamento
de Policía de Kenosha realizó su propia revisión y exoneró por completo a los
agentes. El padre de Bell, Michael Bell Sr., encargó una investigación
independiente que concluyó que la versión policial sugería un encubrimiento. La
familia Bell lanzó una campaña que logró sus objetivos en 2014, cuando
Wisconsin se convirtió en el primer estado en exigir que, ante casos de
violencia policial, se lleve a cabo una investigación externa.
Ahí es donde se
encuentra ahora la investigación del caso de Jacob Blake, bajo la supervisión
del Departamento de Justicia de Wisconsin. El jefe de policía de Kenosha,
Daniel Miskinis, admitió no saber mucho sobre la investigación, pero se tomó el
tiempo durante una conferencia de prensa el miércoles para culpar a los
manifestantes asesinados por haber salido después del toque de queda impuesto
por la ciudad.
Los videos de la
noche del martes que se pueden ver en internet señalan a Kyle Rittenhouse, de
17 años, como el asesino de los dos manifestantes. Rittenhouse ha sido
arrestado y acusado de homicidio intencional en primer grado. El representante
del estado de Wisconsin David Bowen dijo en una entrevista para Democracy Now!
respecto a los grupos de civiles armados que descendieron sobre Kenosha: “Está
muy claro que estaban en una cacería, no protegiendo la propiedad”.
Los perfiles de
las redes sociales de Rittenhouse muestran una obsesión por la policía y las
armas desde una edad temprana, así como un fuerte apoyo a Donald Trump. Publicó
un video en TikTok que grabó desde la primera fila de uno de los últimos
mítines de Trump antes de la pandemia, en la Universidad Drake, en Iowa, que
tuvo lugar en enero.
Durante la
Convención Nacional Republicana el miércoles pasado, el vicepresidente Mike
Pence, al aceptar su nueva candidatura a la vicepresidencia, prometió:
“Tendremos ley y orden en las calles de este país. La dura verdad es que no
estarán a salvo en el Estados Unidos de Joe Biden”.
El vicepresidente
Pence invocó las recientes protestas, pero no mencionó el racismo sistémico
subyacente ni las muertes a manos de la policía que han provocado estas
manifestaciones históricas, e ignoró el papel de las milicias de derecha en los
asesinatos de Kenosha. Al mencionar el asesinato del oficial de las fuerzas
federales de seguridad David Patrick Underwood, perpetrado en una protesta en
Oakland, California, Pence convenientemente omitió el hecho de que los asesinos
de Underwood estaban asociados con el movimiento armado de derecha “Boogaloo”
que estaba usando las protestas de Black Lives Matter para encubrir sus
crímenes.
Jacob Blake sigue
hospitalizado en Milwaukee, supuestamente consciente pero paralizado de la
cintura para abajo y con un pronóstico clínico incierto. Blake es oriundo de
Evanston, Illinois, donde su abuelo, también llamado Jacob Blake, fue pastor de
la Iglesia Episcopal Metodista Africana Ebenezer y participó activamente en la
campaña de Martin Luther King Jr. para eliminar la segregación en las viviendas
en el área metropolitana de Chicago. Después del asesinato de King, el pastor
Blake redobló sus esfuerzos.
En uno de sus
famosos discursos, Martin Luther King expresó: “el arco del universo moral es
amplio, pero se inclina hacia la justicia”.
Los manifestantes
que salieron a las calles esta semana reclaman que el oficial de policía de
Kenosha Rusten Sheskey sea imputado con cargos por dispararle a Blake. Las
protestas pacíficas continúan, ahora acompañadas por atletas profesionales. Las
ligas de deportes profesionales hicieron un paro el miércoles, liderado por los
Milwaukee Bucks de la NBA, que se extendió a la mayor parte de la NBA, la liga
femenina de básquet, varios equipos de las Grandes Ligas de Béisbol, el fútbol
profesional e incluso el tenis. Tal como lo estaban haciendo Aaron Huber y JoJo
Rosenbaum cuando fueron asesinados en Kenosha el martes, estos deportistas y
miles de manifestantes más en Kenosha y otros lugares del país están reclamando
justicia para Jacob Blake, que la policía rinda cuentas y el fin del racismo
sistémico.
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