Por Leonid Savin
Mientras los
disturbios, las protestas y las pasiones políticas preelectorales hacen
estragos en los Estados Unidos, el Pentágono continúa modernizando activamente
sus fuerzas armadas y actualizando sus estrategias (1). En 2020 se había
lanzado anteriormente la Estrategia Ártica de la Fuerza Aérea de los EE. UU. A
principios de agosto se publicaron dos documentos, que se habían presentado
algo antes, pero, en general, quedaron clasificados.
El primero trata sobre
la doctrina actualizada de las operaciones combinadas del espectro
electromagnético, en pocas palabras, guerra electrónica, aprobada oficialmente
el 22 de mayo de 2020. El segundo es la doctrina de operaciones espaciales que
data de junio de este año. Algunos fragmentos de este documento se hicieron
públicos anteriormente, pero el texto ahora está disponible en su totalidad
(2).
Anteriormente existían
varios documentos similares y estaban relacionados con el ciberespacio.
La doctrina de la
guerra electrónica se desarrolló bajo los auspicios del Estado Mayor Conjunto
desde el 2012. El término guerra electrónica se refiere a la acción militar que
implica el uso de la energía electromagnética y la energía dirigida para
controlar el espectro electromagnético o atacar a un enemigo. La guerra
electrónica consta de tres componentes: ataque electrónico, defensa electrónica
y soporte de guerra electrónica. La guerra electrónica es vital para defender
las operaciones amigas y negar la acción del enemigo en el espectro
electromagnético que pertenece al entorno operativo.
La guerra electrónica
está asociada con operaciones de información, inteligencia, guerra irregular y
guerra cibernética.
Dado que el
ciberespacio requiere comunicaciones por cable e inalámbricas para enviar
información, las operaciones ofensivas y defensivas en el ciberespacio pueden
requerir el uso del espectro electromagnético para crear efectos en el
ciberespacio. Debido a la naturaleza complementaria y las posibles sinergias de
la guerra electrónica y las operaciones en redes informáticas, estas deben
coordinarse para garantizar que se apliquen con la máxima eficacia.
Las regulaciones sobre
el campo del espectro electromagnético cibernético del Ejército de los EE. UU.
se aprobaron en 2014. Establecen que las actividades electromagnéticas
cibernéticas (CEMA) son actividades destinadas a capturar, mantener y utilizar
estas ventajas sobre los adversarios y enemigos en el ciberespacio y el
espectro electromagnético, al tiempo que les impide hacer lo mismo,
menoscabando sus mismas capacidades y protegiendo el sistema de mando en este
tipo de misiones. Las actividades ciber-electromagnéticas consisten en
operaciones en el ciberespacio, guerra electrónica y operaciones de gestión del
espectro.
Los observadores
militares señalan que los congresistas participaron en la publicación del nuevo
documento sobre el espectro electromagnético. Para ello, se creó un grupo
especial en el Congreso, que se comprometió en el desarrollo de estándares destinados
a lograr la superioridad del ejército estadounidense en esta área específica.
La nueva doctrina dice que “al igual que en el espacio físico y el
ciberespacio, las fuerzas militares maniobran y operan dentro del espectro
electromagnético para lograr una ventaja táctica, operativa y estratégica vital
para nosotros y las operaciones multinacionales».
La prensa
estadounidense especializada señala que ahora Estados Unidos podrá alcanzar a
Rusia y China (3), que han avanzado mucho en métodos de supresión electrónica,
interferencia y detección de enemigos. Anteriormente los medios de comunicación
señalaban constantemente que las tropas estadounidenses no estaban listas para
enfrentar a Rusia y China en esta área (4).
Numerosos contratistas
están trabajando ahora en varios pedidos para el Departamento de Defensa de los
Estados Unidos para la producción de módulos de guerra electrónica que se
pueden utilizar en tierra, aire y mar.
El objetivo es crear un
arsenal digital diverso que pueda detectar transmisiones enemigas, descifrar
sus códigos, encontrar sus unidades para realizar ataques precisos e
interrumpir sus redes con interferencias y piratería, idealmente de formas tan
inteligentes que el enemigo no pueda incluso detectar el engaño.
Algunas herramientas de
guerra electrónica se desarrollan teniendo en cuenta el uso de inteligencia
artificial. Por ejemplo, Lockheed Martin recibió 75 millones de dólares para
desarrollar el drone prototipo Silent Crow (5). Y para los vehículos terrestres
se lanzó el programa Terrestrial Layer System. Se supone que para fines de 2022
las fuerzas armadas de EE. UU. recibirán los primeros lotes de productos y se
completará un salto en su modernización.
Si bien se destaca la
nueva doctrina, dice que las operaciones combinadas en el espectro
electromagnético están asociadas con operaciones en el ciberespacio,
operaciones en tierra, mar, aire y espacio.
Y el ejército, la
infantería de marina, la marina, la fuerza aérea, la guardia costera y la
guardia nacional utilizarán medios especiales de guerra electrónica. La
indicación de los dos últimos servicios de la lista parece intrigante, ya que
su área de responsabilidad es exclusivamente territorio estadounidense. La cita
del almirante soviético Sergei Gorshkov al comienzo del primer capítulo de que
«la guerra futura la ganará el bando que sea más capaz de utilizar el espectro
radioeléctrico» parece intrigante.
Es inequívoco que la
carrera armamentista en Estados Unidos se desarrolla en diferentes planos, como
lo demuestran este documento e información sobre el último complejo
militar-industrial.
En cuanto a la doctrina
de las operaciones espaciales, dicen que «el dominio militar en el espacio no
puede ganar guerras unilateralmente, pero, al igual que el poder terrestre,
marítimo, aéreo o cibernético, su éxito, ausencia o fracaso puede ser
catastróficamente decisivo en una guerra. La dominación militar en el espacio
puede potencialmente ser la diferencia entre la victoria y la derrota, debe
verse con el mismo significado que el poder militar en cualquier otra área».
En realidad, el tercer
capítulo de la doctrina de las operaciones espaciales está dedicado a la
justificación del uso de la fuerza militar en el espacio. Habla de disuasión e
intimidación, la naturaleza moderna de la guerra y la estrategia para
incapacitar al enemigo, métodos de reconocimiento utilizando el espacio,
control sobre trayectorias orbitales clave y cómo el dominio militar en el
espacio puede afectar la dimensión cognitiva, es decir, sobre el proceso de
toma de decisiones.
Y esto ahora se ve como
un imperativo estratégico para la creación de la Fuerza Espacial de los Estados
Unidos como un servicio militar independiente capaz de maximizar el poder
espacial militar como una formulación distinta y vital del poder militar (6).
Agregamos que el Senado aprobó el 6 de agosto de 2020 el nombramiento del nuevo
comandante de las Fuerzas Espaciales de Estados Unidos, el General del Ejército
Jace Dickinson. En otras palabras, la militarización del espacio es
irreversible. Y los Estados Unidos de América la han iniciado.
Traducido del ruso por
Juan Gabriel Caro Rivera
Notas:
1.
https://https//www.geopolitica.ru/article/arktika-i-vvs-ssha
2.
https://https//www.geopolitica.ru/article/ssha-pristupili-k-aktivnoy-militarizacii-kosmosa
3.https://breakingdefense.com/2020/08/army-electronic-warfare-big-tests-in-21/
4.https://breakingdefense.com/2019/10/us-forces-untrained-not-ready-for-russian-jamming/
5.https://breakingdefense.com/2020/04/army-awards-lockheed-75m-for-ai-cyber-jamming-pod/
Fuente:https://www.geopolitica.ru/article/novye-voennye-frontiry-ssha
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