PIE DE
FOTO: Bidens Pilosa luce su tupida floración durante todo el
año
· ¿Cuidamos nuestro corazón como juzgamos a los otros?
· Por el Covid-19, no tenemos ninguna obligación de
morir
Por Francisco
Gómez Maza
El Instituto Politécnico Nacional (IPN)
se ha destacado por una notabilísima y exitosa investigación académica en
muchos terrenos de las ciencias.
En salud, lo que esa institución de
educación superior, dedicada espacialmente a las ciencias exactas, produce en
torno al tratamiento de padecimientos graves es muy relevante.
Sus investigadores permanentemente están
mostrando al mundo de las ciencias médicas importantísimas revelaciones, que
son propiedad de pueblos originarios.
En estos tiempos de pandemia y de
mortandades, pareciera que nos olvidamos de los otros padecimientos que, si no
estuviera presente el SARS-Cov-2, nos mantendrían ocupados.
Estamos tan concentrados en ese gripón
llamado Covid-19, que cualquiera puede salvar con conciencia de sí mismo, con
responsabilidad en la protección, que ya ni siquiera imaginamos que podemos
adelantar nuestra muerte por otras causas no controladas.
Y es preocupante que, en el día a día,
no pongamos nuestra atención, por ejemplo, en el colesterol (malo) y los
triglicéridos, elementos que pueden ser mortales si no los observamos y
controlamos.
Estas sustancias son causas de
padecimientos ocultos, que no estornudan, que no sobrecalientan el cuerpo, que
no fatigan, que no dan señales hasta que la situación es gravísima, y muchas
veces fatal, porque no se tomaron las medidas para vernos hacia nuestro
interior para tomar las precauciones sin las cuales no podemos estar sanos,
aunque millones de personas no tienen posibilidades de prevenir padecimientos
mortales.
De acuerdo con los libros
especializados, el Colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad, en
inglés) es lo que se llama “colesterol malo” y está representado por
una lipoproteína (LDL) que hace la suerte de 'barcaza transportadora'
de la sustancia química.
Los expertos explican que el principal
problema de los pacientes con colesterol elevado (dislipemias familiares/
genéticas), es que el colesterol LDL no pueda ser captado por el hígado ni los
músculos, y quede circulando en el torrente sanguíneo, penetre en los lechos
vasculares y genere las complicaciones clínicas habituales, como
el infarto agudo de miocardio.
El colesterol HDL (lipoproteína de alta
densidad) representa al conocido como “colesterol bueno” y, al igual que su
contraparte, está transportado por proteínas, pero en este caso actúa como
recolector de basura; su comportamiento es opuesto al colesterol LDL:
"Levanta el colesterol y otros lípidos de las arterias, los transporta al
hígado y aquí se metabolizan o se reutilizan".
Los triglicéridos, por otra parte, son
un tipo de grasa orgánica proveniente de ciertos alimentos y
que, por exceso de ingesta, por falta de actividad física, por problemas
genéticos, o algunos de estos problemas asociados, incrementan sus valores y
pueden generar distintas complicaciones.
La principal complicación clínica, de
la híper
TG es una "entidad que puede ser potencialmente grave y mortal
Otro problema -con menor frecuencia que
en la hipercolesterolemia- es la posibilidad de "generar y contribuir con
el proceso aterosclerótico", generando inflamación y
obstrucciones arteriales. Esto puede desembocar en su "complicación más
frecuente como es la cardiopatía isquémica, o el infarto agudo de
miocardio".
Ante estas disfunciones del cuerpo
humano, estudiantes de medicina del IPN dedican muy buena parte de su actividad
y tiempos escolares a la investigación y han hecho importantísimos
descubrimientos para aliviar el dolor humano.
Al respecto, llegó a la redacción de
AFD, un boletín de prensa muy interesante, que seguramente publicara una buena
parte de los medios informativos, que reporta: La estudiante de doctorado del
Instituto Politécnico Nacional (IPN), Karla Mariela Hernández Sánchez, comprobó
que la especie vegetal Bidens odorata, conocida popularmente como aceitilla o
mozote blanco, posee compuestos capaces de reducir las concentraciones de
colesterol y triglicéridos en la sangre, lo cual respalda científicamente el
uso farmacológico que se le da a esa especie vegetal, sobre todo en estados del
norte de México.
Con estos estudios se observó que la
actividad biológica del extracto de la planta mejoró el índice aterogénico de
los roedores, pues redujo las concentraciones de colesterol y triglicéridos y
aumentó las lipoproteínas de alta densidad (HDL), conocidas coloquialmente como
colesterol bueno.
Para evaluar las propiedades
farmacológicas de Bidens odorata, la postulante al doctorado utilizó
disolventes de alta polaridad, que simularon la preparación previa que emplean
las personas antes de consumirla y, mediante un extracto, se evaluaron los
efectos en cinco grupos de ratones.
Al término del análisis, se obtuvieron
muestras sanguíneas, de las cuales se separó el suero, el cual se empleó para
la cuantificación de las fracciones lipídicas y se observó que, en los ratones
sanos, no hubo ningún síntoma de toxicidad; los animales hiperlipidémicos sin
tratamiento mostraron concentraciones altas de colesterol y triglicéridos, caso
contrario a los grupos tratados con diferentes dosis de Bidens odorata.
La planta es muy común en los estados de
Tlaxcala, Hidalgo, la región huasteca y Durango, y es utilizada para alimento
del ganado.
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