Por Amy Goodman
Democracy Now
El exvicepresidente Joe Biden logró un muy
buen desempeño en las elecciones del llamado “Supermartes II”: ganó en cuatro
de los seis estados que realizaron primarias presidenciales demócratas el 10 de
marzo. Los expertos de la televisión por cable y la élite del Partido Demócrata
se abalanzaron rápidamente sobre los resultados, exigiendo que Sanders abandone
su candidatura y reclamando que se cancelen las primarias y los debates
restantes.
El representante demócrata de Carolina del
Sur James E. Clyburn declaró a la Radio Nacional Pública: “Creo que, al
terminar la noche, Joe Biden será el gran favorito para ganar la nominación
demócrata y, francamente, si la noche termina del modo en que comenzó, creo que
es hora de cancelar esta primaria, es hora cancelar el resto de los debates”.
James Carville, un operador político
demócrata vinculado desde hace mucho tiempo con los Clinton, expresó en la
cadena MSNBC: “Cancelemos esta primaria. Sigamos adelante y pongamos nuestra
atención en noviembre. Esto ya está decidido. No hay ninguna razón para
continuar, ni siquiera un día más”.
Alicia Garza, partidaria de Elizabeth Warren
y cofundadora de la red global Black Lives Matter (“Las vidas
afroestadounidenses importan”, en español), tuiteó: “No podría estar más en
desacuerdo (…) Se debe continuar con los debates y asegurar que se discutan los
temas que preocupan a la comunidad negra. Biden tiene que trabajar por estos
votos”. Más adelante, Alicia Garza dijo en una entrevista para Democracy Now!:
“Lo que es real es que, cuando hablamos de la Convención Nacional Democrática,
debemos asegurarnos de que, literalmente, estemos garantizando la integridad
del proceso. Y garantizar la integridad del proceso significa no omitir pasos.
Hay que dejar que los votantes escuchen hablar a los candidatos sobre los temas
que son importantes para todos”.
El reverendo William Barber II, copresidente
del movimiento Campaña de los Pobres, tuiteó: “La Campaña de los Pobres insiste
en que los debates de las primarias no deben terminar hasta que Biden y Sanders
aborden el tema de la pobreza, que afecta a 140 millones de estadounidenses: un
52,1% de ellos niños, un 61% afroestadounidenses y 66 millones de blancos”.
Aún resta realizar primarias y asambleas
electorales en más de 30 estados y territorios, que pueden llegar a representar
hasta 40 millones de votantes demócratas. Naomi Klein, corresponsal destacada
del medio The Intercept, quien ha respaldado formalmente a Sanders, el
miércoles por la mañana expresó en una entrevista para Democracy Now!: “Todos
los que hablan de cancelar las primarias pretenden proteger a Biden, su
candidato, de los votantes. Y Donald Trump no va a cancelar ninguna primaria.
Va a atacar a Biden a muerte. Joe Biden, antes de esa fatídica primaria en
Carolina del Sur, había sido descartado por muchos de los expertos que ahora
dicen que su candidatura es inevitable. Han pasado meses sin que se le haya
hecho un escrutinio real a este candidato con toda la atención de un debate
presidencial, y no hay duda de que tenemos que hacerlo”.
El propio senador Sanders puso fin a
cualquier especulación de que fuera a abandonar su candidatura. El miércoles
por la tarde dijo: “Donald Trump es el presidente más peligroso en la historia
moderna de nuestro país. Es racista, sexista, homófobo, xenófobo y es un
fanático religioso. Debe ser derrotado y haré todo lo que esté en mi poder para
que eso suceda”.
Sanders pasó luego a desafiar a Biden
mediante varias preguntas que pretende hacerle a su oponente demócrata en el
próximo debate, el primer debate cara a cara entre ambos candidatos, que se
celebrará en Phoenix este domingo, sin audiencia debido a la pandemia de
coronavirus: “Joe, ¿qué vas a hacer por las 500.000 personas que quedarán en
bancarrota en nuestro país debido a deudas por cuestiones médicas? ¿Y qué vas a
hacer por los trabajadores y las pequeñas empresas de este país, que gastan en
promedio el 20% de sus ingresos en la atención de la salud? Joe, ¿qué vas a
hacer para terminar con el absurdo de que Estados Unidos de América sea el
único de los principales países del planeta Tierra donde la atención médica no
es un derecho humano? ¿Realmente vas a vetar el proyecto de ley de Medicare
para Todos, si se aprueba en el Congreso?
Sanders planteó varias preguntas más, con
temas que, además del sistema de salud, abarcaron la crisis climática, la deuda
estudiantil, el encarcelamiento masivo, la inmigración y su tema principal: la
desigualdad de riqueza y el poder político desmesurado de los multimillonarios
y las corporaciones.
Sanders destacó dos aspectos clave en los que su campaña va evidentemente ganando: el voto mayoritario de los jóvenes y la promoción de políticas comprometidas, que claramente son mucho más populares que las reformas graduales ofrecidas por Biden.
Sanders destacó dos aspectos clave en los que su campaña va evidentemente ganando: el voto mayoritario de los jóvenes y la promoción de políticas comprometidas, que claramente son mucho más populares que las reformas graduales ofrecidas por Biden.
Bernie Sanders obtuvo más de 3/4 partes del
voto de los jóvenes de entre 18 y 29 años y la mayoría de los votos de las
personas de 30 a 44 años. Los latinos también representaron mayorías
significativas para Sanders. Obtuvo cerca del 90% del voto árabe-estadounidense
en Dearborn, Michigan, el suburbio de Detroit con la mayor concentración de
estadounidenses de origen árabe en el país. Una clara mayoría de los votantes
demócratas a nivel nacional, más allá del candidato por el que votaron, apoya
un sistema de salud universal como “Medicare para todos” en contraste con el
sistema actual con fines de lucro. Esto se cumple incluso en Mississippi.
Naomi Klein reflexionó: “Hay una coalición
que podría haber ganado, una coalición progresista que aún podría ganar, pero
obviamente las posibilidades son mucho más escasas. Esto no es por Bernie. La
gente en este movimiento no lucha a favor de Bernie Sanders. Lucha por Medicare
para todos. Lucha por un ‘New Deal ecológico’. Lucha por lo que necesitan para
sobrevivir”.
Tanto Biden como Sanders cancelaron sus actos
políticos de cara al “Supermartes II” debido a la amenaza del coronavirus. Poco
después, el presidente Donald Trump anunció planes de un gran acto en Milwaukee
para la semana próxima. Tuvo que cancelarlo tras recibir una enorme presión. En
este momento de contagios y crisis, los demócratas deberían exigir más debates
y más participación de los votantes, no menos, a modo de vacuna contra el
comandante en jefe que niega la ciencia y la realidad, y nos pone en peligro a
todos.
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