Mucho ruido entre “fifís” y
“chairos”
Y pareciera que le tiene sin
cuidado
Por Francisco Gómez Maza
Es la misma historia. Los
presidentes comienzan muy populares y van perdiendo con el paso del tiempo.
AMLO no podía ser la excepción.
Los votantes van desilusionándose.
No es lo mismo prometer en campaña
electoral que cumplir en la brega diaria.
Nunca es más cierto el axioma que
dice “prometer no empobrece; dar es lo que aniquila”.
Gobernar no es preparar una
enchilada potosina.
Lo interesante es que muchos de
los votantes del primero de julio de 2018 no votaron por López Obrador; sino en
contra del PRI y del PAN, cansados de tantas fechorías, corrupción, impunidad,
simulación y hasta cinismo.
No dirán lo mismo los críticos, o
detractores o denostadores del tabasqueño. Menos sus fanáticos, los “chairos”,
como dicen los “fifís”.
Los voceros del panismo lo
consideran un ogro de la perversidad política, o un ignorante de economía, por
ejemplo. Ya no se acuerdan de las obscenidades de Fox o Calderón. Hay
periodistas convencidos de que es el peor presidente que ha tenido México. Y no
pueden dejar de cuestionarlo acremente. Llegan inclusive a la burla. La palabra
chairo les da náuseas.
Los amigos del presidente acusan a
los críticos, a los denostadores, a los “fifís”, de ser voceros del
conservadurismo; de la derecha, dicen. De estar pagados, “chayoteados”, por
Felipe Calderón, o por el PAN, o por el demonio vestido de azul y blanco.
Pero AMLO, los morenistas, los
“chairos” no están atados de manos. Disponen de una legión de aplaudidores, de
aduladores, para quienes la Cuarta Transformación es una verdadera revolución
dentro de la revolución; una etapa superior del movimiento de Francisco I.
Madero; de Benito Juárez García, “el mejor presidente” que ha tenido México,
como asegura cada vez que lo provocan sus enemigos.
El desabasto de medicamentos,
sobre todo para los pacientes terminales, especialmente los niños con cáncer,
le ha restado simpatizantes al presidente. La situación en la que operan los
hospitales públicos, concretamente los de la seguridad social, le ha creado
severas antipatías. Él justifica la precariedad médica con su batalla contra la
corrupción entre proveedores farmacéuticos y autoridades del pasado.
El avión presidencial, que no se
vende por nada del mundo, ha sido otro factor en contra del presidente. Y más
el anuncio de la rifa, y la rifa misma. El avión ha sido pretexto para burlas.
En medio de todo este jaloneo, de
dimes y diretes, López Obrador continúa ganando tiempo. Tiene el apoyo de la
mayoría. Controla el Congreso de la Unión. Y tiene el control del timón de la
res pública. No reconocerlo sería tonto.
A desfondo: El Congreso de la Ciudad
de México celebrará, el próximo 31 de marzo, un seminario de estudios chicanos,
en ocasión del
50 aniversario de la fundación de
Estudios Chicanos en Estados Unidos en 1969 y de la conmemoración del Día de
César Chávez, y tiene como finalidad analizar las perspectivas de colaboración
binacional para promover la enseñanza de Estudios Chicanos en México, la
investigación sobre los mexicanos en el exterior y la publicación en español de
libros sobre esa parte de la población mexicana y disciplina.
En el contexto de este evento, se
propiciará un intercambio entre académicos y alumnos del Centro de
Investigación Sobre América del Norte (CISAN) y del Programa de Maestría en
Estudios México-Estados Unidos de la UNAM (FES Acatlán), con los alumnos
visitantes de la Universidad Estatal de California en Long Beach del Proyecto
California-México.
El propósito fundamental del
seminario es estrechar la colaboración entre académicos, organizaciones civiles
e instituciones gubernamentales de ambos países para el mutuo entendimiento,
que permita mejorar la atención a la población mexicana en el exterior, y en
particular a los originarios de la Ciudad de México, y para compartir el
conocimiento y las presentaciones académicas con legisladores y su personal,
académicos y alumnos interesados sobre el tema del seminario.
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