Acto encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador desde Palacio Nacional, Ciudad de México Abril 5, 2020
Amigas, amigos, mexicanas, mexicanos, ciudadanos:
Rindo
este informe trimestral en medio de la incertidumbre por los estragos del
coronavirus a la salud, a la economía y al bienestar de nuestro pueblo.
Antes
que nada, expreso mi reconocimiento y solidaridad a todos los mexicanos que,
con mucho sacrificio, se han sumado a las medidas de prevención recomendadas
por la Secretaría de Salud.
En
particular, expreso mis condolencias a las familias de quienes han enfermado o
han perdido a sus seres queridos en esta contingencia.
Es
indispensable expresarles con absoluto apego a la verdad lo que hemos venido
haciendo y seguiremos llevando a cabo para enfrentar esta crisis transitoria y
restablecer lo más pronto posible la normalidad social, productiva y política
de la vida pública del país.
Les
anticipo que, a pesar de los pesares, saldremos adelante, porque son más
nuestras fortalezas como nación que las debilidades o flaquezas.
No
olvidemos que la cultura de nuestro pueblo, que no es tan intangible como suele
pensarse, siempre nos ha salvado y nos ha permitido reponernos de terremotos,
huracanes, inundaciones, epidemias, tiranías, malos gobiernos y de la
corrupción, que ha sido la más trágica y funesta de las pestes y calamidades de
México.
El
Programa Emergente para el Bienestar y el Empleo que expondré a ustedes se
inscribe básicamente en los postulados del Plan Nacional de Desarrollo que
hemos venido aplicando desde el inicio del gobierno. Mantenemos inalterables y
profundizaremos las acciones destinadas a la población más pobre y vulnerable
del país.
Por
eso, lo primero que hicimos fue adelantar cuatro meses el pago de la pensión
para ocho millones de adultos mayores a través de bancos y la entrega personal
de 42 mil millones de pesos.
Lo
mismo hicimos con las pensiones para niñas y niños pobres con discapacidad.
Estamos
entregando 10 millones 500 mil becas a estudiantes de todos los niveles
escolares y en las Universidades Benito Juárez, donde estudian 15 mil 151
alumnos, y están laborando 870 docentes.
Por
otra parte, hemos entregado a pequeños negocios familiares 356 mil créditos del
programa Tandas para el Bienestar y en lo que falta del año se agregarán 450
mil tandas más, con una inversión de tres mil 400 millones de pesos.
Actualmente
230 mil sembradores cuentan con empleo permanente y están ocupados en cultivar
sus parcelas.
Setecientos
cuarenta mil jóvenes trabajan como aprendices y reciben un salario mínimo.
Desde
el inicio del gobierno hemos entregado apoyos para 47 mil 500 pescadores.
Se
estableció el Precio de Garantía para maíz, arroz, trigo, frijol y leche, en
beneficio de 107 mil productores.
El
programa de Producción para el Bienestar, antes Procampo, se extendió a
comunidades indígenas y a productores de caña y de café, con una inversión de
11 mil millones de pesos. Reciben este apoyo en la actualidad dos millones 145
mil comuneros, ejidatarios y pequeños propietarios.
Este
año, los productores pobres de los estados de Puebla, Tlaxcala, Morelos y el
Estado de México se sumarán a los de Guerrero como beneficiarios de
fertilizantes gratuitos.
Hasta
el día de hoy, el presupuesto para el mantenimiento de 23 mil escuelas,
entregado de manera directa a las sociedades de madres y padres de familia,
asciende a cuatro mil millones de pesos.
Continuamos
construyendo caminos de concreto con la participación de las comunidades de
Oaxaca, llevamos 25 terminados y se está trabajando en 84 más.
Avanzamos
en la construcción de caminos rurales y el mantenimiento, construcción y
modernización de carreteras en las 32 entidades federativas de país con una
inversión global de 28 mil millones de pesos.
Se
continúa con la construcción del Tren Toluca-Ciudad de México y ya se terminó
la Línea 3 de Zapopan a Guadalajara.
No
se ha detenido el programa de construcción de presas y canales de riego.
Sigue
operando el programa de reconstrucción en pueblos afectados por los sismos de
2017 y hemos mejorado los espacios urbanos en 324 colonias de 14 municipios,
tanto de la frontera como de centros turísticos del país.
El
Infonavit ha otorgado 619 mil créditos, ha reestructurado 186 mil y ha quitado
deudas a 53 mil trabajadores que habían pagado el 90 por ciento de sus
créditos, a los cuales ya se les están entregando sus escrituras.
El
programa de rehabilitación o construcción de vivienda ha beneficiado a 17 mil
800 familias de zonas marginadas.
El
programa Internet para Todos ya conectó a 22 mil comunidades y este año
quedarán comunicadas por este medio un total de 75 mil localidades.
En
2022 cumpliremos el compromiso y la meta de cubrir todo el territorio nacional.
De
igual forma, ya iniciamos la construcción de dos mil 700 sucursales del Banco
de Bienestar para acercar este servicio a la gente, entregar tarjetas y dejar
de manejar dinero en efectivo para los programas sociales.
Aunque
poco, no como quisiéramos, hemos avanzado en la disminución de la incidencia
delictiva. En el trimestre de enero a marzo de este año han disminuido los
homicidios en 0.3 por ciento, el secuestro en 25.8 por ciento, el robo de
vehículo en 11.1 por ciento y el robo en general en todas sus modalidades 6.6
por ciento, en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Recuerdo
que la estrategia para garantizar la paz se sustenta en atender las causas que
originan la violencia; es decir, que no haya pobreza, que no haya
desintegración familiar, que no haya pérdida de valores culturales, morales,
espirituales.
Se
sustenta también esta estrategia en no permitir la corrupción ni la impunidad,
en el trabajo perseverante y en el profesionalismo de la Armada, el Ejército,
la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública y Protección
Ciudadana.
Hemos
erradicado la tortura, se sigue apoyando a las víctimas de la violencia y el
Estado mexicano no está asociado a la delincuencia y ha dejado de ser el
principal violador de los derechos humanos.
Continúa
la promoción a la lectura y se están ejerciendo mil millones de pesos para
convertir el Bosque de Chapultepec, incluida la antigua Residencia Oficial de
Los Pinos, en el espacio artístico y cultural más importante del mundo.
En
materia de salud, explico que desde antes de la aparición del coronavirus ya
habíamos recorrido 80 hospitales del IMSS-Bienestar en zonas marginadas de 19
estados de la República y habíamos tomado la decisión de superar el estado
ruinoso en el que nos dejaron el sistema de salud pública.
En
este tiempo hemos terminado de construir 72 centros de salud y hospitales que
estaban inconclusos.
Se
creó el Instituto de Salud para el Bienestar, Insabi, para garantizar la
atención médica y medicamentos gratuitos a la población sin seguridad social.
Estamos
trabajando para que no falten medicinas ni personal de salud, seguimos
mejorando instalaciones hospitalarias y dando prioridad a la conclusión de
obras abandonadas.
Hemos
hecho el compromiso de otorgar en este sexenio la base laboral a más de 80 mil
trabajadores de la salud que trabajan desde hace tiempo como eventuales.
Todo
ello respaldado con la aprobación presupuestal de 40 mil millones de pesos
adicionales para el sector salud, de modo que cuando nos llegó el coronavirus
ya estábamos trabajando en mejorar el sistema de salud pública.
Al
día de hoy contamos con seis mil 425 camas de terapia intensiva con sus
respectivos ventiladores y con el personal de enfermería de médicos
especializados. De todos modos, instruí al almirante secretario de Marina,
Rafael Ojeda Durán, y al general Luis Cresencio Sandoval González, secretario
de la Defensa Nacional, para contar con el apoyo de estas instituciones, siempre
caracterizadas por su profesionalismo y disciplina, en la implementación de los
planes Marina y DN-III.
Debo
informar que ambas instituciones recibieron cinco mil millones de pesos y ya se
está trabajado, pronto se tendrá como respaldo mil 399 camas, equipos y
personal médico especializado para atender en terapia intensiva a enfermos del
COVID-19.
Sobre
las acciones de salud que hemos tomado para enfrentar la epidemia destaco las
siguientes:
Hace
tres meses, antes que otros gobiernos en el mundo, empezamos a informar a la
población y a emitir recomendaciones preventivas con el propósito de evitar la
saturación de hospitales y mayores pérdidas de vidas humanas.
Desde
el primer momento tomamos la decisión de dejar la conducción de toda la
estrategia sanitaria a los médicos especialistas y científicos que, dicho sea
de paso, son eminencias con vocación social. Reitero, los políticos no somos
todólogos, sabelotodo. Nos ayuda mucho, y eso es lo principal, la solidaridad
de nuestro pueblo y la fraternidad que caracteriza a nuestras familias que,
como lo he señalado en diversas ocasiones, la familia mexicana es la principal
institución de seguridad social del país.
Les
comparto un dato sin triunfalismos. México es, después de la India, el país con
menos infectados por coronavirus y el tercer país con menos defunciones por
número de habitantes.
Vamos
bien, pero no nos confiemos, sigamos cuidándonos en casa, como somos los
mexicanos; de manera fraterna, sigamos cuidando a nuestros adultos mayores, a
nuestros enfermos; desgraciadamente todavía falta tiempo y, según los
especialistas, la parte más difícil de la epidemia está por llegar.
Pero
tengo la certeza, pienso, de que saldremos adelante, como sucede cuando la
entrega, la honestidad y el profesionalismo de los servidores públicos se
enlaza, se articula con la generosidad y la solidaridad del pueblo.
Les
informo también que ya iniciamos con acciones para reactivar rápidamente la
economía. Decidimos no aumentar los precios de los combustibles, como se hacía
en periodos de crisis. Ahora Pemex vende la gasolina en 30 por ciento menos que
antes de la pandemia.
Este
año invertiremos 25 mil millones de pesos adicionales para la introducción de
agua potable, drenaje, pavimento y la construcción y mejoramiento de 50 mil
viviendas en zonas marginadas de 50 municipios del país, lo cual nos permitirá
al mismo tiempo crear 228 mil empleos directos, además de los beneficios a los
habitantes.
El
programa Sembrando Vida que, como ya dijimos, da empleo permanente a 230 mil
sembradores, se ampliará para 200 mil campesinos más, con el propósito de que
tengan trabajo de inmediato.
De
igual forma, a partir del mes próximo recibirán apoyos directos 190 mil
pescadores.
Este
año también se entregarán apoyos adicionales a las sociedades de padres y
madres de familia para el mantenimiento de 31 mil planteles escolares.
Se
tienen los recursos para contratar de manera adicional a 45 mil médicos y
enfermeras en estos nueve meses.
Asimismo,
se va a convocar, a reclutar a 31 mil elementos que van a pasar a formar parte
del Ejército, de la Marina y de la Guardia Nacional.
Se
dispondrá de un fondo de 35 mil millones de pesos del Issste para entregar
créditos personales, que van de 20 mil a 56 mil pesos por crédito, esto en
beneficio de 670 mil trabajadores al servicio del Estado.
El
Fovissste y el Infonavit destinarán 177 mil millones de pesos para otorgar
créditos de vivienda durante estos nueve meses en beneficio de 442 mil 500
trabajadores, acción de vivienda que generará al mismo tiempo 270 mil nuevos
empleos.
Continuará
el programa de estímulos fiscales y bajos precios de gasolinas y otros
energéticos en la zona fronteriza del norte del país.
No
aumentarán los impuestos ni se crearán nuevos impuestos.
Se
cumplirá cabalmente el compromiso de devolver el IVA con prontitud a los
contribuyentes, como me lo han solicitado los representantes del sector
empresarial.
El
tiempo fiscal, el tiempo oficial, dedicado a publicidad del gobierno se entregará
a los medios de comunicación, porque en esta nueva etapa de la historia de
México el gobierno informa a diario y no necesita hacer propaganda. Confía,
además, en la inteligencia y la sensatez de nuestro pueblo.
Aprovecho
también para decir que aún con la depreciación del peso, estimada en 23 por
ciento en lo que va de nuestro gobierno por esta crisis del coronavirus y los
efectos en la economía mundial, a pesar de todo, estamos haciendo hasta lo
imposible para mantener el compromiso de no aumentar la deuda pública.
Aquí
recuerdo que en el tiempo que llevamos en el gobierno no hemos aumentado la
deuda pública en términos reales.
Sigue
en marcha la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, Felipe Ángeles; la
rehabilitación de las seis refinerías y la construcción de la nueva refinería
de Dos Bocas, Paraíso, Tabasco.
Ahora
que se cayó el precio del petróleo crudo, se aumentará la producción de
gasolinas en el país. destinaremos a ese propósito 400 mil barriles diarios
adicionales para no malbaratar todo el petróleo de exportación y bajar la
compra de combustibles en el extranjero.
Pemex
dispondrá de un recurso extra de 65 mil millones de pesos porque se le reducirá
la carga fiscal.
La
Comisión Federal de Electricidad, informo, cuenta con financiamiento suficiente
para construir las plantas termoeléctricas que se necesitan en la península de
Yucatán, en Baja California y en otras regiones del país. Está asegurado en
todo el territorio nacional el abasto de energía eléctrica.
Ya
iniciamos la modernización y ampliación del ferrocarril del Istmo y de los
puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos. Ahí se van a generar este año siete mil
300 empleos.
El
30 de abril se firmará el contrato de construcción del primer tramo del Tren
Maya, y en mayo acordaremos la construcción de cuatro tramos más, sólo
dejaremos pendientes, para 2022, 485 kilómetros que construiremos con la
participación de los ingenieros militares, una vez que terminen la obra del
Aeropuerto General Felipe Ángeles de Santa Lucía. Mi reconocimiento especial a
los ingenieros militares.
Este
año, en los cinco tramos que comprenden mil 43 kilómetros de construcción del
Tren Maya, vamos a generar 80 mil empleos y habrá una derrama económica de 35
mil millones de pesos en los estados del sureste del país.
En
suma, los programas sociales y el desarrollo promovido por el gobierno este año
llegará a 22 millones de beneficiarios.
De
igual forma, se otorgarán dos millones 100 mil créditos personales de vivienda
y para pequeñas empresas familiares del sector formal e informal de la
economía.
Asimismo,
y esto es muy importante, vamos a crear en nueve meses dos millones de nuevos
empleos.
En
estos hechos y acciones baso mi optimismo.
Además,
puedo demostrar que a la mitad de los hogares del país ya está llegando al menos
un programa de bienestar y que el 95 por ciento de las familias pobres de
México están recibiendo cuando menos un apoyo o beneficio.
El
1º de diciembre, ese es mi compromiso, el 1º de diciembre de este año podré
decir que todos los pobres de México ya cuentan con protección y amparo del
gobierno que represento y de la sociedad solidaria que es México.
Es
importante dar a conocer que se aprobó la reforma al artículo 4º constitucional
para otorgar, por mandato de ley, pensiones a todos los adultos mayores del
país, pensiones a niñas y niños pobres con discapacidad, becas a estudiantes de
familias de escasos recursos económicos en todos los niveles escolares.
Y
con esta reforma al artículo 4º constitucional, se garantiza también a todos
los mexicanos el derecho a la salud, la atención médica y los medicamentos
gratuitos.
Esta
es, sin duda, la reforma social más importante que los últimos tiempos. En
términos generales, subrayo que se apoya a los más necesitados, a los pobres, y
a la población más vulnerable ante la epidemia del coronavirus.
También
informo, repito, que se iniciará pronto la recuperación económica a partir
-esta es la fórmula- de aumentar la inversión pública destinada a la creación
de empleos y a otorgar créditos a pequeñas empresas familiares y a quienes se
buscan la vida como pueden día con día. No los vamos a dejar en el desamparo.
Para
financiar este plan sin aumentar impuestos ni decretar gasolinazos, se
recurrirá a utilizar los ahorros del Fondo de Estabilización de los Ingresos
Presupuestarios y los recursos que se mantenían guardados en fideicomisos.
También nos apoyaremos en la banca de desarrollo, pero, sobre todo, se seguirá
con la misma política de liberar recursos, porque continuará, incluso con mayor
rigor, el plan de austeridad republicana.
A
diferencia de otras épocas, cuando se le pedía al pueblo fajarse el cinturón,
ahora es el gobierno el que se está apretando el cinturón, terminando de
borrar, de desaparecer, de desterrar la corrupción, acabando con lujos y
ostentaciones para reducir el costo de gobierno a la sociedad y seguir
regenerando la vida pública.
En
esta crisis, subrayo, transitoria, a cada quien le toca hacer su parte.
De
manera específica, informo que he hecho una consulta y hay un consenso: se
bajarán los sueldos de los altos funcionarios públicos y se eliminarán los
aguinaldos desde el cargo de subdirectores hasta el del presidente de la
República; se reducirán los gastos de publicidad del gobierno; se reducirá la
partida de viáticos, los gastos de operación y se ahorrará más en compras a
proveedores y en los costos de las obras públicas que se contratan con empresas
constructoras o de servicios.
También
dispondremos de recursos porque se intensificará la enajenación de bienes mal
habidos a la delincuencia común y a la delincuencia de cuello blanco, bienes
que serán liquidados mediante subastas o rifas organizadas por el Instituto
para Devolver al Pueblo lo Robado.
Aclaro
que no habrá despido de trabajadores al servicio del Estado en ningún nivel,
pero eso sí, se demandará más eficiencia, más entrega, más espíritu de
servicio, mayor austeridad y honestidad total.
Puedo
decir que contamos con el apoyo y la colaboración del sector privado nacional.
La semana próxima daremos a conocer un programa de inversión pública, privada y
social para el sector energético por un monto aproximado de 339 mil millones de
pesos.
Reconozco
lo que hicieron los banqueros de México, que decidieron dar una prórroga, un
plazo de seis meses en el pago de créditos e intereses a sus clientes de las
pequeñas empresas y el crédito a las familias.
Por
último, agradezco a todos los empresarios que han acatado voluntariamente las
indicaciones por la emergencia sanitaria de parar sus actividades económicas y
comerciales no esenciales, manteniendo el empleo, los sueldos y las
prestaciones a sus trabajadores.
Están
demostrando muchos empresarios su humanismo, su dimensión social.
Amigas
y amigos:
A
pesar de las adversidades, no se detendrá la transformación de México. Reitero,
son más nuestras fortalezas que las debilidades, y son mucho más los ciudadanos
que buscan el cambio verdadero que quienes apuestan al retroceso.
Esta
crisis es pasajera, transitoria. Pronto regresará la normalidad, venceremos al
coronavirus, reactivaremos la economía y México seguirá de pie, mostrando al
mundo su gloria y su grandeza.
Entiendo
que los conservadores y quienes han medrado con el llamado modelo económico
neoliberal que está, por cierto, en crisis en el mundo, entiendo que quienes
durante mucho tiempo aplicaron la política de privatizar ganancias y socializar
pérdidas no compartan nuestra visión de desarrollo con justicia y democracia,
pero a nadie engañamos y hay constancia de ello. Lo que estamos haciendo es lo
que hemos propuesto, enarbolado, sostenido en forma pública y abierta desde
hace años en la lucha diaria y en campañas políticas, también por lo que
votaron millones de mexicanos.
Hay
una lección que hemos aprendido bien y que no olvidamos. Desde el porfiriato
quedó demostrado que un modelo económico que sólo beneficia a minorías no
produce bienestar general, sino al contrario, engendra miseria pública y
violencia.
Por
eso, el plan de recuperación económica que estamos aplicando no se ajusta al
modelo neoliberal o neoporfirista. Ya rompimos el molde que se usaba para
aplicar las llamadas medidas contracíclicas que sólo profundizaban más la
desigualdad y propiciaban la corrupción en beneficio de unos cuantos.
La
fórmula que estamos aplicando para remontar la crisis transitoria, repito, es
la suma de tres elementos básicos: mayor inversión pública para el desarrollo
económico y social, empleo pleno y honestidad, y austeridad republicana.
Nada nos hará regresar al pasado.
Recuerdo
lo que afirmaba el presidente Franklin Delano Roosevelt en una circunstancia
parecida, durante la Gran Depresión originada a partir de 1929. Este titán de
las libertades, para mí el mejor presidente que ha tenido Estados Unidos en
toda su historia, llegó a decir en esos momentos difíciles que a él le tocó
enfrentar y que pudo con su política restablecer el desarrollo y garantizar la
felicidad de su pueblo, decía el presidente Roosevelt: ‘El interés propio,
egoísta, suponía una mala moral; ahora sabemos también, era una mala economía’.
En
nuestro país, como sabemos, frente a las crisis recurrentes, los gobernantes
decían que ni modo y que no había de otra; para ellos lo mejor era lo que
llamaban ‘realismo económico’.
¿Qué
hacían siempre?
Contratar
más créditos, rescatar a grandes empresas y bancos, convertir deudas privadas
de unos pocos en deuda pública, establecer privilegios fiscales, aumentar
precios de combustibles y de los servicios públicos, disminuir salarios,
despedir a trabajadores, eliminar o reducir la seguridad social.
Ahora
ya no va a ser así, ya no es de esa forma, ya no se van a aplicar esas recetas.
Ahora primero es el bienestar del pueblo y después lo mismo, el bienestar del
pueblo y nunca, jamás los privilegios, la corrupción, el saqueo y la impunidad.
Somos
optimistas. Me viene a la memoria la imagen de cuando a Simón Bolívar, enfermo,
acostado en una hamaca, casi derrotado y en medio de la desolación alguien le
preguntó: ‘¿Y ahora qué va usted a hacer, general?’, y el libertador respondió,
con loca pasión: ‘Triunfar, triunfar’.
Ánimo,
pues, que como decía el presidente Juárez, ‘aquel que no espera vencer, ya está
vencido’. No son tiempos para la depresión, sino para la entereza. La
esperanza, no lo olvidemos, es una fuerza muy poderosa, es como el bien que,
aunque no existiera, habría que inventarlo.
Y
no duden, triunfaremos. Estoy seguro de que pronto, muy pronto, voy a convocar
al pueblo de México a darnos de abrazos en las plazas públicas del país, porque
vamos a salir de nuevo a las calles, sin miedos ni temores, para seguir siendo
lo que es nuestro pueblo de México, digno y feliz, para seguir siendo libres,
prósperos, fraternos, humanos.
¡Que
viva México!
¡Viva
México!
¡Viva
México!
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