Por
Armando García
Editor
y Fundador de Nuestra América Magazine
El
presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), desafió el pasado
14 de abril, en su conferencia mañanera de prensa, a los que considera sus
adversarios políticos al anunciar su interés de adelantar el referendo de
revocación de su mandato, para el próximo año.
Además
informó que para los meses de mayo y junio próximos su gobierno dispondrá de
una serie de estímulos económicos para la población, en particular a los grupos
más vulnerables, para hacer frente a la emergencia sanitaria.
Obrador
antes de anunciar el adelanto de la revocación de su mandato, volvió a hablar
de sus adversarios, de la forma como ya es su costumbre, tocando los puntos más
sensibles y dolorosos de los círculos políticos del país azteca.
El
año pasado, el Congreso de México aprobó el proyecto de reforma constitucional
que permitirá la celebración de un referéndum revocatorio para decidir si el
mandatario sigue o no en el cargo, una de las promesas de López Obrador cuando
era candidato a la Presidencia.
Obrador
dijo que sus adversarios “…no están de
acuerdo con la transformación del país, quisieran mantener el régimen de
corrupción, de injusticias, de privilegios y eso ya es historia, eso ya se fue
al basurero de la historia”.
“Pero
no deja de haber nostalgia por ese pasado de injusticias, esas infamias que se
cometían en donde el gobierno estaba al servicio de un pequeño grupo y los
bienes de todos, el presupuesto, que es dinero de todo el pueblo, se utilizaba
para apoyar a minorías y se le daba la espalda a la gente, sobre todo a los
pobres”.
Obrador
dijo que eso no les parece a algunos. Es legítimo que se opongan a esa
política, pero “…nosotros llegamos aquí con esos postulados, por eso fue el
cambio, no engañamos a nadie, no dijimos que íbamos a mantener la corrupción,
que se iba a mantener la impunidad, que se iba a apoyar sólo a los influyentes;
dijimos que, por el bien de todos, primero los pobres y eso es lo que estamos
haciendo”.
“Y
es muy sencillo. Hay la monstruosa desigualdad económica y social en nuestro
país, originada por la corrupción. Es una pirámide, en la base hay millones de
pobres, el 60 por ciento de la población. Entonces, yo creo que, por humanismo,
todos, y por el bien de todos, debemos de atender primero a los de abajo, se
puede decir en una frase: arriba los de abajo, que no significa necesariamente
abajo los de arriba, es arriba los de abajo. Y así va a ser. En la medida en
que se vaya teniendo más recursos, va a ir subiendo a estratos más elevados
hasta conseguir una sociedad mejor. Esa es la estrategia”.
Marko
Cortes, líder opositor del Partido de Acción Nacional y adversario de AMLO, calificó
de "irresponsabilidad" que se hable de elecciones en medio de la
urgencia de la pandemia de Covid-19 y la crisis económica.
“El
Presidente no entiende que es jefe del Estado Mexicano. Debería convocarnos a
construir un frente común y dejar a un lado temas electorales", escribió
Cortés.
Considero
que AMLO nunca fue de izquierda, pero tomó las banderas de la izquierda
para ganar popularidad aprovechando las fracasadas políticas neoliberales
de las administraciones anteriores. Ahora ante la situación mundial
de la pandemia y los grandes gastos en sus programas de ayuda a los pobres, el
barco de la Cuarta Transformación se empieza a hundir y por lo tanto AMLO tiene
que recurrir al recate de EE. UU., Rusia y China, convirtiéndose en un mandatario
dependiente de las grandes potencias, como medida de emergencia, sin tener que
vender al país.
AMLO
es un estratega, le han salido bien sus decisiones y eso hace que sus
adversarios lo critiquen sin represión alguna, como la que cuando ellos estaban
en el poder, cualquier oposición era reprimida por la fuerza pública, hasta el
punto de tener genocidios, guerra sucia, desaparecidos, muertes y ahora los
responsables se llenan de pureza criticando a AMLO.
AMLO
ha puesto como parte de su política nacional, reivindicar a los pobres, que por
muchos años fueron solamente mencionados en discursos de campaña y abandonados
totalmente. México fue una fábrica de pobres y de ricos. Obrador no quiere que el
país siga esa norma y lo hace combatiendo a la corrupción. Eso ha hecho que los
adversarios, que se beneficiaron de la corrupción, sienten que sus intereses son
afectados y gritan a los cuatro vientos que AMLO renuncie o sea derrocado.
AMLO,
ahora invita a sus detractores a que hagan campaña proselitista en su contra. Apostando
a que si el pueblo lo puso en la silla presidencial, el pueblo es el que lo quitará.
No los adversarios, oligarcas, proimperialistas, pro-retroceso, pro-regreso a
los tiempos neoliberales de despojo y rapiña
dejando al pueblo en una miseria y abandono social.
Si
un 53% de los mexicanos en el 2018 eligieron a AMLO, creo que ninguno de sus
adversarios está dentro de ese porcentaje, ahora con la ayuda al pueblo que su
gobierno ha dado, para sacarlos de la miseria, ese porcentaje en el 2021, podría
ser muy superior a la elección del 2018.
Sobre
el adelantar la revocación de su mandato indicó que ayudara “…mucho para que se
aminore el enojo, el malestar social”, expresó. “Ahora que hay una campaña
de guerra sucia, de calumnias en contra mia, inclusive de personas muy famosas.
Ahora es su momento para pedir mi renuncia o que continuemos”.
Obrador
dijo que se puede resolver las diferencias con tranquilidad, con serenidad. Que
el pueblo decida. Confía en que quién se va a atrever a conseguir los votos
para revocar las conquistas sociales que se han logrado en su gobierno. AMLO
dijo que terminaría su mandato con las bases de la transformación del país, sin
violencia, sembrando los derechos fundamentales para una vida tranquila para
sus habitantes, para los jóvenes, ancianos; etc.
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