No habrá cambios en el manejo de Afores
La 4T es
“antineoliberal”, pero sólo tantito
Por Francisco Gómez Maza
Aunque está
ya zanjado el diferendo, aún hay personas muy preocupadas, con todo su derecho,
por su futuro de jubiladas y pensionadas. Y de que se queden con una mano atrás
y otra adelante.
Temen que sus
ahorros para el retiro, acumulados durante su vida laboral, desaparezcan como
por arte de magia, o que se achiquen, lo cual sería una tragedia para ellos.
Sin embargo. No se preocupen. No van a manos del gobierno. Se quedan al
arbitrio de las leyes ciegas del mercado, en donde el que tiene más saliva
traga más pinole.
(A propósito,
de acuerdo con información de
la Comisión
Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), a marzo pasado, las
afores administraban 3.91 billones de pesos de los ahorros de los trabajadores, como lo
reportó en su momento el diario especializado El Economista.)
Este
escribidor les asegura a quienes están muy preocupados que la desaparición de
sus ahorros no pasará, salvo que hubiera un terremoto que acabara con este
planeta.
Efectivamente.
El diputado Santiago Santos (Morena) había propuesto una iniciativa que
establecía que el Estado administrara el ahorro de los trabajadores para el
retiro. Para ello, proponía ceder la gestión de las Afores a una entidad financiera
como el recién creado Banco del Bienestar.
El argumento
del diputado Santos era que la iniciativa promovía un sistema de ahorro para el
retiro más adecuado para los trabajadores, en el que se cobraran menos
comisiones por el manejo de las cuentas individuales, utilizando una
institución financiera existente a cargo del Estado, lo cual disminuiría el
impacto presupuestal y permitiría operar el sistema de forma inmediata.
Obviamente,
reaccionaron representantes del sector financiero privado que son los grandes
beneficiarios de la administración de las Afores. Hugo Petriccioli, director
regional para México de Franklin Templeton Asset Management, afirmó que
“hacienda y Consar deberían de poner un alto brusco a estas iniciativas, que
sólo generan desconfianza y nerviosismo”. Alonso Cervera, economista en jefe
para América Latina en Credit Suisse, sostuvo que “lo último que necesitan los
mercados financieros es una propuesta como la que se presentó en San Lázaro.”
Ante esto,
vino la reacción oficial en voz del líder de la mayoría en la Cámara de
Diputados y presidente de la Junta de Coordinación Política, voz del presidente
de la república. El diputado Mario Delgado Carrillo (Morena), como encabezó un
diario capitalino, “apagó” la propuesta del diputado Edelmiro para que el
Estado administrara los ahorros de trabajadores. La propuesta de su compañero
de bancada, Edelmiro Santiago, no es prioridad para el grupo parlamentario de
Morena, además de que es inviable económicamente, argumentó el legislador
colimense. Alguien especuló que la reacción de
Delgado, alineado con López Obrador, era para evitar una grave confrontación con el ya enfrentado sector privado.
Delgado, alineado con López Obrador, era para evitar una grave confrontación con el ya enfrentado sector privado.
Así que,
amigos, amigas, no os preocupéis. No hay nada Los morenistas hacen locuras,
dicen que están en contra de la corrupción que prohija el neoliberalismo, pero
no son tan estúpidos como para ponerse en contra de los intereses del sector
financiero, sobre todo en momentos de gran confusión y bancarrota como el que
estamos viviendo en estos momentos.
Los de Morena
están conscientes de que las empresas administradoras de las Afores son las que
más ganan; son las que se quedan con la parte de león de estos instrumentos de
ahorro de los trabajadores; lucran con el dinero de estos. Pero no son
suicidad. Además, la gente está muy acostumbrada a confiar más en un voraz
empresario particular que en el gobierno. Está convencida de que todo lo que
toca un funcionario público se pudre y lamentablemente tienen razón.
Mientras
tanto, la justicia, la honestidad, en el manejo de los recursos financieros que
ahorran los trabajadores, ahora en manos de instituciones particulares, sigue
siendo un pendiente. Nadie tiene derecho de lucrar con esos recursos. Son de
los trabajadores y, cuando estos se jubilan en este tiempo, tienen que
compartirlos con el fisco y con los grupos financieros privados siguiendo el
modelo de capitalismo salvaje que nos impusieron los gemelos de Bretton Woods a
sabiendas de nuestros gobernantes.
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