La esclavitud, después del Coronavirus
Por Carlos Arango
La Zurda de Chicago
La otra mañana el Presidente mexicano Andrés López Obrador, el
profeta de la 4T, nos sorprendió con unas declaraciones, que solamente en su
mundo de palacio Nacional suceden. Dijo que el rechazo a los mexicanos en
Estados Unidos ya no existe, además de indicar que convocaría a trabajadores
para que vayan a trabajar a los campos estadounidenses de manera temporal por
la pandemia del COVID 19.
Fue más allá y dijo que sería la forma de solidaridad del México con estados unidos en este tiempo de pandemia, pero que sería en retribución a las buenas relaciones con el Presidente Trump que ha cambiado su postura sobre los mexicanos.
Sin embargo la realidad es otra, Conforme a un comunicado del Gobierno del Estado de Chihuahua, esta ciudad ha recibido este año cinco mil 200 connacionales, con un promedio diario de 65, mientras que en Estados Unidos. Por cierto que los repatriados han entrado al país sin ningún filtro sanitario, aunque vienen de Estados Unidos, epicentro en este momento del Coronavirus.
La periodista Dolia Estévez público en su cuenta de twitter, Ironía: los indocumentados, la mayoría mexicanos, que cada año cosechan frutas y verduras que consumen los estadounidenses, portan un documento que dice son “esenciales” para la cadena alimenticia por lo que no pueden ser deportados, Primer documento oficial que les dan. Oportunismo.
Dice Bien Dolia Estévez, oportunismo a ultranza, ya que los trabajadores agrícolas no serán considerados para ningún beneficio, del plan de rescate del Presidente Trump, aprobado por el congreso y desde luego no hablemos de sus derechos laborales.
México Tiene una larga historia de contubernio laboral binacional con Estados Unidos, con la contratación de trabajadores temporales, siempre desprovistos de sus derechos laborales.
Sin duda el programa más oprobioso ha sido el programa bracero que tuvo efecto desde 1942 hasta 1964, por motivo de la segunda guerra mundial en que los mexicanos fueron esenciales en los campos para cosechar los alimentos y poner los alimentos en la más de los estadounidenses, en tanto los hombres blancos y negros iban al frente de batalla y otros se concentraban en la fabricación de armas durante el conflicto bélico para derrotar a Alemania y dividirse con Rusia el mundo, aunque dígase de paso que fueron los soviéticos quienes derrotaron al fascismo.
Para los braceros mexicanos, solo quedaron las huellas del trabajo duro y el robo a sus ahorros, por parte de los dos gobiernos, aunque en mayor parte del gobierno mexicano, hoy en nuestros días, los braceros de entonces, ya al borde de la muerte, y los ya fallecidos sus familias continúan luchando por recuperar lo que les robaron.
Fue más allá y dijo que sería la forma de solidaridad del México con estados unidos en este tiempo de pandemia, pero que sería en retribución a las buenas relaciones con el Presidente Trump que ha cambiado su postura sobre los mexicanos.
Sin embargo la realidad es otra, Conforme a un comunicado del Gobierno del Estado de Chihuahua, esta ciudad ha recibido este año cinco mil 200 connacionales, con un promedio diario de 65, mientras que en Estados Unidos. Por cierto que los repatriados han entrado al país sin ningún filtro sanitario, aunque vienen de Estados Unidos, epicentro en este momento del Coronavirus.
La periodista Dolia Estévez público en su cuenta de twitter, Ironía: los indocumentados, la mayoría mexicanos, que cada año cosechan frutas y verduras que consumen los estadounidenses, portan un documento que dice son “esenciales” para la cadena alimenticia por lo que no pueden ser deportados, Primer documento oficial que les dan. Oportunismo.
Dice Bien Dolia Estévez, oportunismo a ultranza, ya que los trabajadores agrícolas no serán considerados para ningún beneficio, del plan de rescate del Presidente Trump, aprobado por el congreso y desde luego no hablemos de sus derechos laborales.
México Tiene una larga historia de contubernio laboral binacional con Estados Unidos, con la contratación de trabajadores temporales, siempre desprovistos de sus derechos laborales.
Sin duda el programa más oprobioso ha sido el programa bracero que tuvo efecto desde 1942 hasta 1964, por motivo de la segunda guerra mundial en que los mexicanos fueron esenciales en los campos para cosechar los alimentos y poner los alimentos en la más de los estadounidenses, en tanto los hombres blancos y negros iban al frente de batalla y otros se concentraban en la fabricación de armas durante el conflicto bélico para derrotar a Alemania y dividirse con Rusia el mundo, aunque dígase de paso que fueron los soviéticos quienes derrotaron al fascismo.
Para los braceros mexicanos, solo quedaron las huellas del trabajo duro y el robo a sus ahorros, por parte de los dos gobiernos, aunque en mayor parte del gobierno mexicano, hoy en nuestros días, los braceros de entonces, ya al borde de la muerte, y los ya fallecidos sus familias continúan luchando por recuperar lo que les robaron.
Es indignante que el gobierno de la cuarta transformación esté negociando regresar al pasado obscurantista para enviar a trabajadores mexicanos como enganchados a trabajar a los campos agrícolas de California, Ohio, la Florida y Texas, como esclavos sin protección laboral, por solidaridad, cuando , ellos no tiene solidaridad ni humanidad con los millones indocumentados mexicanos viviendo y trabajando en Estados Unidos, que pagan impuestos y que hacen que la cara de Estados Unidos sea diferente, por su trabajo, su cultura y su gastronomía.
No cabe duda que López Obrador, nunca ha entendido lo que es migrar y vivir en las entrañas del monstruo para mantener a las familias en México y apoyar con grandes cantidades de dinero a la economía mexicana. Que por ahora por la recesión se irá disminuyendo dramáticamente.
Estados Unidos tiene en efecto el programa H2 para trabajadores agrícolas, que son visas temporales, -Trabajas y te vas- , y ahora que celebramos a Cesar Chávez el organizador de campesinos del sindicato, La Unión de Campesinos, nos hace pensar que los trabajadores que promete la cuarta transformación, serán los esclavos modernos sin ninguna protección sindical y sin derechos.
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