Por Armando García
Editor y Fundador de Nuestra América Magazine
Esperemos que no sea cierto, pero al paso que vamos, el Covid-19,
parece que llego para quedarse. Para ser parte de nuestra continuidad, de
nuestro día a día. Hasta el punto de que una máscara y guantes de látex sea ya
parte de nuestro atuendo. De lo contrario, la cantidad de contagios y
fallecimientos, seguirá aumentando, como se ha visto al reabrirse la economía en
ciertos estados, a pesar de lo que diga el presidente Donald Trump.
Es muy claro que al presidente le quedo muy grande el saco de la
presidencia. En su afán de que la economía se recupere después de estar casi
paralizado el país a raíz del brote del Coronavirus. Trump dijo que el informe
de empleos de junio, mostró un repunte, lo que para él, indica que vamos por
buen camino. Sin embargo, el Departamento de Trabajo reunió los datos durante
la semana del 12 de junio, cuando Estados Unidos reportaba 25,000 nuevos casos
de Covid-19 por día. Cuando se emitió el informe, esa cifra era ya de 55,000.
La economía no se está recuperando.
Hasta que no se controle la propagación del virus, con el descubrimiento
de una vacuna eficaz, la economía no tiene ninguna posibilidad de recuperarse
realmente. El aumento está ocurriendo porque Estados Unidos reabrió antes de
que el Covid-19 fuera contenido.
Trump estaba tan decidido a tener una buena economía el día de las
elecciones que se resistió a hacer lo necesario para contener el virus. Dejó
todo a los gobernadores y funcionarios locales, luego advirtió que la
"cura" del cierre de la economía era "peor que la
enfermedad". Trump incluso pidió a los ciudadanos que "liberen"
a sus estados de las restricciones de salud pública.
Sin embargo, todavía no tiene un plan nacional para realizar
pruebas, localizar contactos y aislar a las personas con infecciones. Prepárese.
El virus no solo cobrará muchas más vidas en los próximos meses, sino que
millones de estadounidenses están en peligro de convertirse en indigentes al no
tener medios para pagar su renta o sus deudas.
Se estima que 25 millones de estadounidenses han perdido o perderán
el seguro de salud proporcionado por el empleador. El frágil sistema de cuidado
infantil de Estados Unidos está en peligro de colapso, con el resultado de que
cientos de miles de padres que trabajan no podrán volver a trabajar, incluso si
hubiera trabajos disponibles y muy escazos.
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