Por: José Luis Portillo T. | “El Padre”
La Televisión, Radio, Prensa y Redes
Sociales de carácter empresarial, --(privado)-- y alcance nacional, de toda la
vida han sido y son en esencia conservadoras, retardatarias y reaccionarias per
se, no lo digo yo, lo dice su discurso cotidiano e histórico. Estas empresas comúnmente
conocidas como “medios tradicionales”, en su casi absoluta mayoría, nos han
tratado de vender la idea de que su “periodismo” en todas sus manifestaciones es
objetivo, honesto, apegado a la ética y a la verdad. Valores todos ellos
absolutamente necesarios para lograr una buena comunicación con las audiencias
y los lectores, sin embargo, la verdad es que estos medios en la mayoría de los
casos de manera muy pobre cumplen con las expectativas que ellos mismo han
prohijado, eventos por miles son los que podemos usar de ejemplo para demostrar
que los “medios tradicionales” y sus plumas son ajenos a tan altos valores.
Citaré dos muy destacados: el tres de
octubre de 1968 las notas principales después de la masacre estudiantil en la
Plaza de las Tres Culturas, fueron así, “Tlatelolco campo de batalla, El
Universal; El objetivo: frustrar los XIX Juegos, El Sol de México; Balacera del
Ejercito con Estudiantes, La Prensa; Recio Combate al dispersar el Ejercito un
Mitin de Huelguistas, Excelsior”. Las mentiras de estos encabezados han sido
desmentidas miles de veces por estudios históricos e investigaciones por parte
de sobrevivientes y luchadores sociales, ellos sí comprometidos con la verdad.
En la época actual, el montaje del pseudo
periodista Carlos Loret de Mola, en contra de la francesa Florence Cassez,
llevado a cabo por la empresa de Televisa y este nefasto personaje abiertamente
conocido como “Lord Montajes”. La ciudadana francesa hoy goza de plena libertad
y ha declarado que ha de venir a México a demandar a los involucrados en su
detención. A que viene lo anterior, a mostrar con solo estos dos ejemplos lo
podrido que están los “tradicionales” medios masivos de comunicación en México.
Mención aparte merecen las descaradas “Fake News” de personajes como Ciro Gómez
Leyva y su anuncio de Semáforo Verde para la CdMx, en su noticiero de TV Imagen.
La invitación de Javier Alatorre Soria, de TV Azteca para desatender las
indicaciones Sanitarias del Gobierno Federal.
Las innumerables mentiras publicadas por
el periódico Reforma, que incluso han tenido que ser desmentidas directamente
por Andrés Manuel López Obrador en su Conferencia Matutina. Esta “prensa
conservadora y tradicional” carece de compromiso social con la verdad, por
supuesto atiende intereses privados que no necesariamente son los de las
mayorías nacionales. Por todo lo anterior y retomando conceptos de Antonio
Gramsci, queremos dejar en claro que el “periodismo” no solo debe ser un
compromiso ético con la honestidad, la objetividad y la verdad, debe también
ser Militante, es decir debe ser comprometido abierta y libremente con una
visión política de vida y compromiso social. La “prensa conservadora y
tradicional” por supuesto que tiene y mantiene una militancia, solo que por su
“hipocresía institucional”, nunca lo manifiesta, pero en los hechos, por
supuesto que defiende una “política informativa” ya sea que lo haga por
convicción ideológica o que como es una “verdad pública” lo hace para obtener
dinero por los servicios de sus plumas, y sea que cobre por callar y aplicarse
la autocensura, --el silencio también tiene un valor monetario--, o que cobre
por opinar y escribir para defender una causa, enaltecer a un político o
defender a una industria. Antonio Gramsci lo escribía así un diciembre de 1916:
“Los directores de la prensa burguesa ordenan los aparadores, le dan brillo a
su logotipo y buscan llamar la atención de los transeúntes (es decir, el
lector) para vender su producto. El producto es ese pedazo de papel de cuatro o
seis páginas que cada mañana y tarde pretende inyectar en el espíritu del
lector el modo de percibir y juzgar los hechos de la actualidad política,
mismos que convienen a los intereses de los productores y vendedores del papel
impreso.” Este filosofo, político y revolucionario italiano, tenía muy claro el
papel que puede jugar la prensa en la “opinión pública” y por qué se debe no
solo hacer periodismo, sino por qué se debe hacer “militancia periodística”,
agrega Gramsci “No hablaremos de todos los hechos que los periódicos burgueses
o censuran, o tergiversan o falsifican para poder engañar, ilusionar, y
mantener en la ignorancia a sus lectores. Hay que decir y repetir que el dinero
mal gastado que cae en las manos del vendedor de periódicos es un proyectil más
entregado al periódico burgués que lo disparará después, en el momento
oportuno, en contra de las masas trabajadoras. Si los trabajadores se
convencieran de esta verdad elemental, aprenderían a boicotear la prensa
burguesa con la misma firmeza y disciplina con que la burguesía boicotea las
publicaciones de los trabajadores, es decir, la prensa socialista.
No dar ayuda de dinero a la prensa
burguesa que es su enemiga: este debe ser nuestro grito de guerra en este
momento caracterizado por las campañas de suscripciones promovidas por todos
los periódicos burgueses.” Lo escrito por
Antonio Gramsci, hace poco más de cien años, tiene una vigencia de enorme
claridad meridiana, misma que nos apoya para entender la realidad actual que
vive el pueblo mexicano, ante la furiosa “campaña negra” que mes a mes y día
con día la “prensa conservadora” lleva a cabo en contra del Presidente de todos
los mexicanos, hombre que llegó a Palacio Nacional no porque haya democracia e
instituciones rectas y honorables, llegó porque el pueblo mexicano llevó a cabo
una “Revolución Pacífica”, a través y por medio de las urnas en contra de todos
los poderes fácticos que apostaron al fraude electoral, fraude que por supuesto
echaron a andar, pero que ante la masiva votación a favor de AMLO, no pudieron
materializar. Se podría decir que algunos conceptos --y/o palabras de Gramsci--,
son viejos y obsoletos, pero la esencia de su pensamiento escrito, tiene
validez innegable para la realidad mexicana del siglo XXI. Podemos estar en
contra de algunos postulados o políticas de Andrés Manuel, pero atacarlo con
mentiras, defendiendo intereses obscuros y ajenos a las necesidades de la
población mexicana, no solo es mezquino es de una insensibilidad social,
únicamente propio de una “oposición, moralmente derrotada”, de su clasismo
racista, hoy no tan soterrado, pero abiertamente conservador, retardatario y
reaccionario. Las “Redes Sociales” hoy son el campo de batalla en donde la
prensa tradicional y conservadora está siendo derrotada. Cerraré diciendo: La
objetividad es de quien la trabaja.
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