lunes, 27 de julio de 2020

NUESTRA PATRIA: PERIODISMO, ¿OBJETIVO o MILITANTE?


      

                                               
Por: José Luis Portillo T. | “El Padre”

La Televisión, Radio, Prensa y Redes Sociales de carácter empresarial, --(privado)-- y alcance nacional, de toda la vida han sido y son en esencia conservadoras, retardatarias y reaccionarias per se, no lo digo yo, lo dice su discurso cotidiano e histórico. Estas empresas comúnmente conocidas como “medios tradicionales”, en su casi absoluta mayoría, nos han tratado de vender la idea de que su “periodismo” en todas sus manifestaciones es objetivo, honesto, apegado a la ética y a la verdad. Valores todos ellos absolutamente necesarios para lograr una buena comunicación con las audiencias y los lectores, sin embargo, la verdad es que estos medios en la mayoría de los casos de manera muy pobre cumplen con las expectativas que ellos mismo han prohijado, eventos por miles son los que podemos usar de ejemplo para demostrar que los “medios tradicionales” y sus plumas son ajenos a tan altos valores.
Citaré dos muy destacados: el tres de octubre de 1968 las notas principales después de la masacre estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas, fueron así, “Tlatelolco campo de batalla, El Universal; El objetivo: frustrar los XIX Juegos, El Sol de México; Balacera del Ejercito con Estudiantes, La Prensa; Recio Combate al dispersar el Ejercito un Mitin de Huelguistas, Excelsior”. Las mentiras de estos encabezados han sido desmentidas miles de veces por estudios históricos e investigaciones por parte de sobrevivientes y luchadores sociales, ellos sí comprometidos con la verdad.
En la época actual, el montaje del pseudo periodista Carlos Loret de Mola, en contra de la francesa Florence Cassez, llevado a cabo por la empresa de Televisa y este nefasto personaje abiertamente conocido como “Lord Montajes”. La ciudadana francesa hoy goza de plena libertad y ha declarado que ha de venir a México a demandar a los involucrados en su detención. A que viene lo anterior, a mostrar con solo estos dos ejemplos lo podrido que están los “tradicionales” medios masivos de comunicación en México. Mención aparte merecen las descaradas “Fake News” de personajes como Ciro Gómez Leyva y su anuncio de Semáforo Verde para la CdMx, en su noticiero de TV Imagen. La invitación de Javier Alatorre Soria, de TV Azteca para desatender las indicaciones Sanitarias del Gobierno Federal.
Las innumerables mentiras publicadas por el periódico Reforma, que incluso han tenido que ser desmentidas directamente por Andrés Manuel López Obrador en su Conferencia Matutina. Esta “prensa conservadora y tradicional” carece de compromiso social con la verdad, por supuesto atiende intereses privados que no necesariamente son los de las mayorías nacionales. Por todo lo anterior y retomando conceptos de Antonio Gramsci, queremos dejar en claro que el “periodismo” no solo debe ser un compromiso ético con la honestidad, la objetividad y la verdad, debe también ser Militante, es decir debe ser comprometido abierta y libremente con una visión política de vida y compromiso social. La “prensa conservadora y tradicional” por supuesto que tiene y mantiene una militancia, solo que por su “hipocresía institucional”, nunca lo manifiesta, pero en los hechos, por supuesto que defiende una “política informativa” ya sea que lo haga por convicción ideológica o que como es una “verdad pública” lo hace para obtener dinero por los servicios de sus plumas, y sea que cobre por callar y aplicarse la autocensura, --el silencio también tiene un valor monetario--, o que cobre por opinar y escribir para defender una causa, enaltecer a un político o defender a una industria. Antonio Gramsci lo escribía así un diciembre de 1916: “Los directores de la prensa burguesa ordenan los aparadores, le dan brillo a su logotipo y buscan llamar la atención de los transeúntes (es decir, el lector) para vender su producto. El producto es ese pedazo de papel de cuatro o seis páginas que cada mañana y tarde pretende inyectar en el espíritu del lector el modo de percibir y juzgar los hechos de la actualidad política, mismos que convienen a los intereses de los productores y vendedores del papel impreso.” Este filosofo, político y revolucionario italiano, tenía muy claro el papel que puede jugar la prensa en la “opinión pública” y por qué se debe no solo hacer periodismo, sino por qué se debe hacer “militancia periodística”, agrega Gramsci “No hablaremos de todos los hechos que los periódicos burgueses o censuran, o tergiversan o falsifican para poder engañar, ilusionar, y mantener en la ignorancia a sus lectores. Hay que decir y repetir que el dinero mal gastado que cae en las manos del vendedor de periódicos es un proyectil más entregado al periódico burgués que lo disparará después, en el momento oportuno, en contra de las masas trabajadoras. Si los trabajadores se convencieran de esta verdad elemental, aprenderían a boicotear la prensa burguesa con la misma firmeza y disciplina con que la burguesía boicotea las publicaciones de los trabajadores, es decir, la prensa socialista.
No dar ayuda de dinero a la prensa burguesa que es su enemiga: este debe ser nuestro grito de guerra en este momento caracterizado por las campañas de suscripciones promovidas por todos los periódicos burgueses.”  Lo escrito por Antonio Gramsci, hace poco más de cien años, tiene una vigencia de enorme claridad meridiana, misma que nos apoya para entender la realidad actual que vive el pueblo mexicano, ante la furiosa “campaña negra” que mes a mes y día con día la “prensa conservadora” lleva a cabo en contra del Presidente de todos los mexicanos, hombre que llegó a Palacio Nacional no porque haya democracia e instituciones rectas y honorables, llegó porque el pueblo mexicano llevó a cabo una “Revolución Pacífica”, a través y por medio de las urnas en contra de todos los poderes fácticos que apostaron al fraude electoral, fraude que por supuesto echaron a andar, pero que ante la masiva votación a favor de AMLO, no pudieron materializar. Se podría decir que algunos conceptos --y/o palabras de Gramsci--, son viejos y obsoletos, pero la esencia de su pensamiento escrito, tiene validez innegable para la realidad mexicana del siglo XXI. Podemos estar en contra de algunos postulados o políticas de Andrés Manuel, pero atacarlo con mentiras, defendiendo intereses obscuros y ajenos a las necesidades de la población mexicana, no solo es mezquino es de una insensibilidad social, únicamente propio de una “oposición, moralmente derrotada”, de su clasismo racista, hoy no tan soterrado, pero abiertamente conservador, retardatario y reaccionario. Las “Redes Sociales” hoy son el campo de batalla en donde la prensa tradicional y conservadora está siendo derrotada. Cerraré diciendo: La objetividad es de quien la trabaja.



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