Mar del Norte # 5 Prepa Popular Tacuba
Por Víctor Romero Ríos
(Todos los entrecomillados fueron extraídos de la novela "El Sueño se hace a mano” del compañero Fernando Castillo Bolaños).
El día 12 de Julio de 1968. Una vez discutido,
analizado, y aprobado el pliego petitorio que se presentaría a las autoridades
universitarias, el Consejo de Representantes ( integrado por los jefes y
subjefes de los grupos académicos) de la Preparatoria Popular, decide
"...efectuar una gran manifestación el 10 de Julio. Esta marcha recorrería
toda la Ciudad Universitaria y culminaría en la Torre de Rectoría con la
entrega del Pliego Petitorio...".
"Cuando llegamos, la Junta de Gobierno, que
estaba constituida por dos integrantes de Grupo Miguel Hernández, el director y
el subdirector de la prepa, dos representantes del grupo de maestros, dos
representantes de los padres de familia, y cinco representantes de los alumnos,
tres del turno matutino y dos por el turno vespertino, subió al sexto piso para
entrevistarse con el Rector Barrios Sierra, y hacerle entrega de nuestro pliego
de peticiones".
Mientras la Junta de Gobierno hacía su cometido,
el resto de los manifestantes se apostaron afuera de la Rectoría. "Todos
platicaban, reían y hacían comentarios sobre cuál sería la respuesta que
obtendríamos, cuando se escuchó una especie como de estampida, y entonces
aparecieron corriendo muchos porros, que llevaban en las manos cadenas, tubos,
palos y botellas, y que sin más trámite iniciaron la agresión contra
nosotros".
"Nuestros enemigos eran menos que nosotros,
pero tenían muchísima más experiencia en el aspecto de la agresión, pues
inclusive se habían puesto tela adhesiva en los pómulos, para reconocerse entre
ellos, aunque eso mismo nos servía a nosotros para reconocerlos como
porros".
"Durante el enfrentamiento se fue la luz en
esa parte de la Universidad quedando totalmente a oscuras tanto la Torre de
Rectoría y su explanada...al no poder reconocerse ni los porros, ni nosotros,
la situación se volvió aún más caótica, disolviéndose ambos grupos, y
concluyendo todo entre gritos e insultos en la más absoluta confusión".
"Nuestros representantes también habían sido
agredidos por los porros en el interior de la Torre de Rectoría". Así lo
narraron: "...subimos al sexto piso, que es donde se ubica la oficina del
rector, ahí nos informaron que el ingeniero Barros Sierra no se encontraba,
pero nos recibió su secretario particular, el licenciado Pedro Noguerón.
Hablamos un rato con él y nos recibió el pliego petitorio, nos firmó y selló de
recibido y prometió entregárselo al Rector, nos dijo que ellos se comunicaban
con nosotros para darnos una solución...Salimos en medio de dos filas de golpeadores,
alumbrándonos nada más con encendedores y cerillos, subimos- a un- Jepp, hasta
colgados porque no cabíamos, y nos pusimos a salvo...".
El jueves 11 de Julio. " Sería la una de la
tarde cuando pasaron a avisarnos, a los
salones de clase que se había recibido en la
dirección de la prepa una llamada de Rectoría, citando a la Junta de Gobierno
ese mismo jueves, a las cinco de la tarde, en la oficina de Servicios Sociales,
para iniciar las pláticas y tratar el problema de nuestra escuela". "
Junto con el licenciado González Tejada...forman la comisión que atendería
nuestro caso el licenciado Pablo Marantes y el doctor Alfonso Millán. Las
conversaciones iniciaron alrededor de las cinco y media de la tarde, aún con la
luz del día". "Abandonamos las oficinas de Servicios Sociales casi a
las siete de la mañana,- del Viernes 12 de Julio- con un poco de neblina y de
frío...y nos comprometimos a estar a las once y media en el auditorio Justo
Sierra pues la asamblea de información estaba programada para las doce del
día".
" En punto de las doce del día, los
integrantes de la Junta de Gobierno hicieron su aparición en el Auditorio...y
Juan González del Grupo Miguel Hernández, tomó la palabra para declarar abierta
la asamblea informativa...El auditorio guardó un silencio ensordecedor, los
nervios se apoderaron de todos cuantos estábamos ahí, los músculos estaban al
máximo de su tensión, para muchos de nosotros éste era el momento de más
excitación de nuestras vidas".
" Hoy Viernes 12 de Julio de 1968, es un día
histórico de la educación en México, dijo el compañero Maza, representante de
los estudiantes. Compañeros: Ya somos universitarios!! La Preparatoria Popular ha
triunfado, ha sido reconocida por la Universidad Nacional Autónoma de México!!
"...la felicidad se manifestó en forma
estruendosa, con gritos de júbilo, con abrazos, con besos, con aplausos, con
brincos, con goyas. Una auténtica explosión de alegría, se expandió por toda la
Facultad de Filosofía y Letras...".
"A cada dos integrantes de la Junta de
Gobierno les correspondió dar la información de cada uno de los siete puntos de
que costaba el pliego petitorio, así, los dos primeros, anunciaron que se
otorgaba el reconocimiento a los cursos impartidos por la Preparatoria Popular
a partir del año lectivo de 1968 por la Dirección General de Revalidación e
Incorporación de Estudios de la UNAM. Los dos siguientes agregaron que, en el
segundo punto, los estudiantes de la Preparatoria Popular tendrían los mismos
derechos y obligaciones que señalaban las propias leyes de la UNAM, y que el
pase automático se concedía, pero que ese tema se retomaría para llegar a los
acuerdos definitivos dos años y medio después, al terminar el bachillerato la
primera generación. Respecto al tercer punto, nos informaron que las
autoridades habían aceptado que la Preparatoria Popular tuviera la facultad de
autogobernarse y organizarse con toda libertad, en función de sus intereses
pedagógicos. En el cuarto punto la aceptación de las autoridades fue parcial,
pues concedieron un edificio a la Preparatoria Popular, que sería considerado
como recinto universitario, tal y como se había solicitado, pero negaron
equiparlo con laboratorios, biblioteca, instalaciones deportivas y todo tipo de
material didáctico o pedagógico, pues todo esto correspondía obtenerlo a
maestros y alumnos. A lo que se comprometió la UNAM, fue a pagar agua, luz,
teléfono y predial del edificio proporcionado. El quinto punto...la obtención
de un subsidio por un millón de pesos al año, así como una tercera parte del
sueldo de los maestros...fue rechazada por las autoridades, argumentando falta
de presupuesto. El sexto punto...las autoridades concedieron que se acreditaran
como servicio social de pasantes las clases impartidas por ellos, pero se negó
su reconocimiento como catedráticos universitarios...séptimo y último
punto...las autoridades consideraron que no era necesario firmar ningún
documento legal para no atentar contra la existencia de la escuela, pues el
hecho de incorporarla, considerarla un recinto universitario y reconocerle
autonomía bastaban para garantizarle respeto".
"Una vez que la Junta de Gobierno rindió su
informe, aquello se convirtió en un auténtico maratón de discursos, pues todo
el mundo quería pasar al frente para hablar de sus emociones, para expresar no
solo su satisfacción por el reconocimiento, sino hasta los planes o proyectos
que tenían para la escuela...Finalmente el Justo Sierra se empezó a desocupar,
todos iban a celebrar a diferentes lugares y de diferente manera, pero todos íbamos
contentos, felices...".
"También en esa semana, la UNAM dio a
conocer los acuerdos sobre la Preparatoria Popular mediante grandes carteles,
finalmente impresos, que pegó por toda Ciudad Universitaria como información
sobre los puntos aprobados".
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