Por: José Luis Portillo Torres “El
Padre”
El pasado martes una treintena de
“Intelectuales”, -- pseudónimo, por demás, pomposo con el que la clase
política mexicana ha bautizado a sus “plumas compradas”—, publicó una carta
para de acuerdo con ellos: “corregir el rumbo y recuperar el pluralismo
político y el equilibrio de poderes que caracterizan, a la democracia
constitucional. La única manera de lograrlo es mediante una amplia alianza
ciudadana que, junto con los partidos de oposición, construya un bloque
que, a través del voto popular, restablezca el verdadero rostro de la
pluralidad ciudadana en las elecciones parlamentarias de 2021. Es necesario que
esta alianza obtenga la mayoría para asegurar que la Cámara de Diputados
recobre su papel como contrapeso constitucional al Poder Ejecutivo y obligar al
gobierno a respetar la pluralidad democrática.” … en el documento se
enfatiza que si AMLO continua la “deriva autoritaria” por “este
camino, el presidente y la coalición que lo apoya harán retroceder los avances
democráticos que consumieron años de lucha a la sociedad
mexicana para salir de un sistema autoritario y establecer
la democracia”.
He citado en extenso esta carta a
fin de permitir al lector comprender cabalmente que la oposición, --a la Cuarta
Transformación--, por todos los medios posibles nos trata de convencer de que
el famoso “Bloque Amplio Opositor, BOA”, ¡no existe!, pero
se mueve, camina y actúa políticamente. Los llamados “Intelectuales” se encargan
de justificar todo tipo de trapacerías de una clase hoy arrinconada en una
oposición “moralmente derrotada” e incapaz de actuar de manera apropiada con relación
a sus mismos intereses, cada que abren la boca, solitos se hunden más en el
lodo de su pésimo desempeño “intelectual”. Ahora daremos paso a la respuesta
presidencial: Andrés Manuel en carta titulada “Bendito Coraje” se
congratula de que, “Sea por interés o por puro coraje, --que-- los
conservadores que fingían ser liberales por fin se están quitando la máscara” …
“Quizá lo único que pueda reprocharse a tan famosos personajes es su falta de
honestidad política e intelectual, manifestada en el mismo contenido de su
proclama. Bastaría con preguntarles: ¿cómo contribuyeron a –(los avances
democráticos)-- … para salir de un sistema autoritario y –(establecer la democracia)--
si casi todos ellos defendieron o guardaron silencio cómplice ante los fraudes
electorales de la historia reciente del país? Por otra parte, da pena ajena su
argumento de que buscan construir una alianza con miras a las elecciones 2021
para obtener la mayoría y –(asegurar que la Cámara de Diputados recobre su
papel como contrapeso constitucional al Poder Ejecutivo)-- ¿Qué acaso no se han
enterado que está por llegar extraditado de España, Emilio Lozoya, exdirector
de Pemex, quien al parecer presentará pruebas y explicará cómo se lograba el
–(contrapeso)-- que pretenden –(recobrar)-- los abajo firmantes?”
En estos párrafos AMLO ha dado una
respuesta contundente a los “abajo firmantes” estos Intelectuales, entre los
que se destacan personajes como: Héctor Aguilar Camín, Roger Bartra, Enrique
Krauze, Jean Meyer, Jesús Reyes Heroles, Javier Sicilia, José Woldenberg,
Gabriel Zaid, María Marván y Soledad Loaeza, estos destacados “Intelectuales”
de la derecha, conservadora, desde siempre han estado en contra del actual
presidente, su discurso es y ha sido clasista, con tintes de racismo, no
olvidemos que Krauze fue acusado por Tatiana Clouthier de haber participado en
la implementación de campañas digitales en contra de López Obrador, además de
ser un personaje que durante toda su
vida ha sido un crítico de las posturas de la Izquierda, él fue quien acuño la
frase de “Mesías Tropical”, para denostar al Sr. Presidente, en ese mamotreto
de “ensayo” en que hace gala de un racismo soterrado.
A guisa de ejemplo baste citar que:
“según parece, le decían Piedra” … el mundo le tenía sin cuidado. Su mundo era
México. Y el mundo de su mundo era Tabasco. …
El desayuno tabasqueño (pescado
frito, plátano con arroz), el prehistórico pejelagarto disecado sobre un
estante, el manoteo enfático y hasta la pronunciación del personaje (que, como
es común en aquella zona del Golfo de México, convierte las “eses” en “jotas”)”,
sic, Enrique Krauze con estas frases pareciera destilar un rencor de clase en
contra de alguien que como AMLO no deviene de esa clase política educada en las
escuelas y universidades extranjeras, tan prestigiadas, en donde esa “clase
prianista” estudió y obtuvo los conocimientos necesarios para montar un
complicado y complejo entramado de una rapaz e institucional corrupción en
todos y cada uno de los ámbitos de la vida nacional. Krauze al igual que los
“abajo firmantes” son dignos herederos y representantes de la filosofía de Henry
Lane Wilson, el peor embajador yanqui que ha sufrido nuestro país, quien apoyó
a los militares golpistas y el asesinato de Francisco I. Madero, y de Robert
Lansing, Secretario de Estado de EEUU, que acuñó este fatal párrafo para la
historia de la Patria Mexicana: "Tenemos que abandonar la idea de poner en la Presidencia mexicana a un ciudadano
americano, ya que eso conduciría otra vez a la guerra. La solución necesita de
más tiempo: debemos abrirles a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de
nuestras universidades y hacer el esfuerzo de educarlos en el modo de vida
americano, en nuestros valores y en el respeto del liderazgo de Estados Unidos.
México necesitará administradores competentes y con el tiempo, esos jóvenes
llegarán a ocupar cargos importantes y eventualmente se adueñarán de la misma
Presidencia. Y sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare
un tiro, harán lo que queramos, y lo harán mejor y más radicalmente que lo que
nosotros mismos podríamos haberlo hecho”.
Aguilar Camín, Krauze, Woldenberg,
Meyer, Bartra y demás “abajo firmantes”, son los émulos parlantes de esa clase
política a la que representan y de la que son dignos representantes. En síntesis,
son la “intelectualidad” de una clase política enojada, furiosa y llena de
rabia por no poder continuar recibiendo las mieles del Poder y los dineros del erario.
La razón única y verdadera de los “abajo firmantes” para su desempeño
intelectual, es el de justificar y defender a la clase política que siempre le
ha pagado muy bien por los servicios de su pluma “Intelectual”.
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