Dr. Jorge A. Lera Mejía
SITUACIÓN DE LAS MIPYMES FORMALES:
De acuerdo al INEGI en 2019, el conglomerado de
empresas desde grandes hasta micro ascienden a un total cercano a las 4.5
millones.
Las empresas consideradas grandes (251 a más
empleados) solo representan el 4.6% del total de empresas formales de México.
Se calcula que las grandes suman un total de 200 mil empresas, generando el 28%
de los empleos formales y el 48% del PIB nacional.
El restante 95.4% de las empresas, caen en el rango
conocido como MiPymes, siendo estas poco menos de 4.3 millones de empresas que
generan cerca del 72% de los empleos formales y el 52% del valor agregado
nacional (PIB).
Por tamaños, las MiPymes se subdividen en
Microempresas (1 a 10 empleados) que suman 4.1 millones de changarros y generan
el 41.8% del empleo total.
Le siguen las pequeñas empresas (11 a 50 empleados)
que suman 174 mil 800 y representan el 15.3% de empleabilidad.
Finalmente, las medianas empresas (51 a 250 empleados)
llegan a ser 34 mil 960 empresas y generaron el 15.9% del empleo total formal
en México.
SITUACIÓN DE LAS MIPYMES INFORMALES:
En México según Inegi (diciembre 2019), 56.7% de la
población ocupada que labora en la informalidad genera 22.5% del PIB. El resto
que se emplea en el sector formal genera 77.5% del PIB. Significa que por cada
100 pesos generados de PIB del país, 78 pesos provienen del 43.3% de ocupados
formales, mientras que 22 pesos corresponden a 56.7% de ocupados en la
informalidad.
Es importante reconocer, que en nuestro país, a la par
de las 4.5 millones registradas en el Inegi como empresas Pyme formales (las
que pagan impuestos, contribuciones y seguridad social de sus trabajadores), se
estiman conservadoramente que laboran informalmente, de forma invisible y en
las sombras cerca de 2 millones de micro empresas informales (no registradas en
censos y por tanto no pagan derechos ni impuestos).
La composición de la mayoría de las actividades del
sector informal, operan en el sector comercio al por menor, con una
contribución del 38.4% del total de los empleos informales; le sigue la
construcción con aportación del 28.2%; el tercer lugar lo ocupa la industria
manufacturera con 13.3% del total (Inegi, 2019). Los otros servicios, ocupan
5.6% de todo el sector, lo referente a los servicios del transporte, correo y
almacenamiento 5.4%, mientras el alojamiento temporal y la preparación de
alimentos (tacos, tortas, tamales, etc.) el restante 4.2%.
EMPLEOS DE EMPRESAS PYMES FORMALES E INFORMALES:
De acuerdo a cifras del IMSS, que es la institución
que registra el empleo formal en México (con prestaciones sociales), al final
del 2019 se tenían registrado solamente 20 millones 421 mil 442 empleos
formales. De las cuales, 86% son plazas permanentes y 14% eventuales (solo
cuenta con un vínculo laboral para una obra determinada).
Este registro fue resultante de la baja creación de
empleos formales entre enero y diciembre del 2019, con solo 342 mil 77 puestos
de trabajo generados. Casi la mitad que en 2018, cuando se generó 660 mil 910
plazas. Siendo la menor generación de empleos formales desde la crisis del
2009.
Una vez aclarado que en México son mayores los empleos
informales que los formales, pero también que son mucho menos remunerados.
Ahora citaré aquí los montos reconocidos por el Inegi del empleo informal, que
aún su evidente precariedad, nos permite sobrevivir con una actividad laboral
productiva aunque mal remunerada.
El propio Inegi (septiembre 2019) reconoce que en
México 46.4 millones de personas laboran en la calle. Dicha composición se
distribuye de la forma siguiente: 31,189,046 Total; Sector informal:
15,248,889; Trabajo doméstico remunerado: 2,334,180; Empresas, gobierno e instituciones:
7,482,258; Agropecuario: 6,123,719 personas. A estas cifras se le agregan la
Población Ocupada en el Sector Informal sin registros contables que alcanzó un
total a septiembre de 2019 de 15.2 millones. Gran total: 46.4 millones de
trabajadores informales que trabajan sin derechos laborales, como son el seguro
social, aguinaldo, incapacidad y seguro de vida.
CIERRE DE EMPRESAS Y DE EMPLEOS POR LA PANDEMIA
Al 10 de mayo se estima que 8 de cada 10 MiPymes
(80%), que aportan casi tres cuartas partes (72%) del empleo formal en México y
más de la mitad del PIB (52%), están en peligro de paralizar sus operaciones
por el impacto de la pandemia del coronavirus.
Significa que a fines de mayo, al menos se cerrarán
500 mil MiPymes y se perderán un millón y medio de empleos formales. Esto
porqué el 57% de ellas tendrán dificultad para pagar a sus empleados y el 25%
se verá forzado a despedir personal.
Por la pandemia, han caído el 90% en las ventas con
una perdida mínima estimada de 30 mil millones de pesos (Alejandro Salcedo,
Presidente de Alampyme, 1 Abril 2020).
También se estima que para salir de esta crisis, se
requiere al menos un año de esfuerzos.
Sin embargo, desde su Informe de abril del Presidente
López Obrador, ha insistido que no apoyará el rescate financiero de empresas
MiPymes, lo que interpreta como una especie de Fobaproa. Además, se ha negado
en reunirse hasta la fecha con los integrantes del Consejo Coordinador
Empresarial (CCE).
Más adelante señalaré las medidas que si ha adoptado,
pero son claramente insuficientes.
MEDIDAS ENCAMINADAS A GARANTIZAR LA SUBSISTENCIA DE
LAS FUENTES DE EMPLEO:
1.- Acelerar devolución de IVA y restaurar la
compensación universal, al menos para el 2020. Así las empresas podrán cancelar
sus pagos pendientes de ISR con saldos a favor por IVA. Actualmente la
devolución de IVA está tardando en promedio 5 meses. Las empresas no pueden
seguir esperando. El presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a
agilizar dicha devolución pero no especificó plazos, por lo que se hace
hincapié en que las respuestas del SAT a las solicitudes de las empresas no
deberán de rebasar los 20 días.
2.- Diferir las Contribuciones a la Seguridad Social.
Se propone diferir, NO CONDONAR, el pago del 100% de las contribuciones; lo que
va encaminada a mantener intacta la capacidad productiva de las empresas.
3.- Ampliar y agilizar la disponibilidad de la
financiación y de créditos por parte de Nafinsa o Bancomext. En la última
ocasión, en 2009 Nafin-Bancomext dispusieron de líneas de crédito hasta por 4
mil 500 millones de dólares. Aquella vez el trance duró sólo dos semanas, y no
era mundial. En esta ocasión debería ser mucho mayor.
4.-Que los pagos provisionales mensuales sean con base
en la utilidad de 2020 exclusivamente, sin tomar en cuenta el coeficiente de
2019. Así los pagos serán más cercanos a la realidad que se vive a raíz de
COVID-19.
5.- Mayor cantidad de efectivo en los hogares y menos
en la devolución de impuestos. Así las y los mexicanos contarán con mayor
dinero disponible para consumir en cualquier establecimiento. El método para
hacerlo sería a través de la deducción familiar adicional por única ocasión
para incentivar el consumo para que las personas físicas puedan incluir por
única ocasión una deducción personal adicional en la declaración anual de 2019,
equivalente al ingreso corriente total promedio mensual por hogar de 2018 (16
mil 536 pesos).
6.- Diferimiento Optativo de las Declaraciones Anuales
de Personas Físicas hasta el 31 de julio de 2020, como un alivio temporal y las
personas que deban pagar impuestos, cuenten ese dinero en sus bolsillos.
Finalmente, para poder pagar los salarios a las y los
trabajadores de México Coparmex durante el mes de abril propone al Gobierno
Federal un acuerdo solidario entre trabajadores, gobierno y patrones.
7.- La propuesta gira entorno a establecer un salario
solidario que consiste en un salario menor o igual al salario con el que
cuenta cada trabajador. Se compone de una contribución de los tres actores
involucrados con el fin de evitar despidos y cierres definitivos de empresas
ante la incapacidad real de pagar la nómina completa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario