Con información de
Vanguardia y Nuestra América Magazine
Hace unos días
en Albuquerque, Nuevo México, Stephen Ray Baca, un excandidato al concejo de la
ciudad de 31 años, fue arrestado y acusado de asalto agravado con un arma
mortal, luego de presuntamente dispararle a un hombre que estaba entre los
manifestantes que trataban de derribar la estatua del conquistador español Juan
de Oñate.
Oñate fue
un explorador y conquistador español nacido en Nueva España, recordado por haber sido
gobernador de la provincia de Nuevo México en
el virreinato de la Nueva España y
por haber participado en las primeras expediciones de exploración en el Suroeste de Estados Unidos,
además de ser el fundador de varios asentamientos en la región.
El video tomado
en el lugar donde esta erigida la estatua de Oñate se muestra a los
manifestantes golpeando a Baca con una patineta, y lo persiguen antes de que
abriera fuego", según Associated Press.
El alcalde de
Albuquerque, Tim Keller, dijo en una conferencia de prensa que un video
separado tomado más temprano en el día mostraba a Baca "agitando la
protesta mucho antes del tiroteo" y arrojando a una mujer al suelo. La
mujer también fue rociada con pimienta por Baca.
La televisora
local KRQE News 13 informó que varios manifestantes habían llamado a la policía
a la escena "a medida que aumentaban las tensiones" antes del
tiroteo, "pero la policía no llegó hasta después de que el manifestante
recibió un disparo". Según Associated Press, el hombre que recibió un
disparo se llama Scott Williams. Sufrió varias heridas de bala en el torso. Las
autoridades dijeron que estaba en condición crítica pero estable en un hospital
local.
La estatua
estaba custodiada por un grupo de milicias locales llamado "La Guardia
Civil de Nuevo México". La policía no ha confirmado si Baca era miembro
del grupo. Keller dijo a los periodistas que la Policía del Estado de Nuevo
México está investigando el incidente y agregó que la estatua sería retirada y
almacenada por el momento.
En un comunicado
emitido por la gobernadora Michelle Lujan Grisham en Twitter, condenó la
violencia y dijo que estaba "horrorizada y disgustada" por el
tiroteo.
A raíz del
asesinato de George Floyd en Minnesota por parte de un policía caucásico y las
muertes de otros antes y después, los estadounidenses de diferentes grupos étnicos
han salido a las calles a protestar, vandalizar, con fines ideológicos e históricos.
Han derribado las estatuas de los héroes estadounidenses que en su época fueron
dueños de esclavos africanos y, también tumbaron estatuas de Cristóbal Colon,
por haber sido el conquistador que introdujo a la religión católica en el
continente americano, seguido por una colonización que abarco una esclavitud a
los indígenas regionales, una inquisición que torturó a quienes no querían ser
adoctrinados a la fe católica y el despojó de las riquezas naturales en
beneficio de la monarquía española. Esta situación abarcó desde la Nueva España,
hoy México, hacia el norte, incluido lo que hoy en Estados Unidos, hasta la
Patagonia al sur de Argentina.
Si estatuas de Colón han sido foco de protestas, y ahora la de Oñate, ¿Cuál sigue? ¿la de Junípero Serra, quien fundó misiones en California?
Documentación
publicada en https://www.wikipedia.org/
indican que Juan de Oñate y
Salazar nació en Pánuco, Zacatecas, Nueva España, 1550 y murió en Guadalcanal, provincia de Sevilla, España, el 3 de junio de 1626.
Desde muy joven tomó la carrera de las armas y encabezó campañas militares
contra los rebeldes indios chichimecas que habitaban en el norte de la Nueva España
y asolaban los asentamientos españoles. Entre campaña y campaña se dio tiempo
para prospectar en busca de placeres en las minas de plata.
Contrajo nupcias
con Isabel de Tolosa Cortés de Moctezuma, quien resulto ser nieta
de Hernán Cortés y de la princesa Isabel Moctezuma (una de las hijas del emperador
azteca Moctezuma Xocoyotzin).
El 21 de
septiembre de 1595, el rey Felipe II le concedió
permiso (capitulación) para colonizar el territorio que hoy son los estados
de Nuevo México y Texas,
en los Estados Unidos. El permiso
tenía como objetivo principal difundir la fe católica entre los nativos
americanos y establecer nuevas misiones. Sin embargo, muchos colonos españoles
se enlistaron con la intención de encontrar minerales de plata, oro o piedras
preciosas. Después de muchas demoras, la expedición partió al iniciar el año
1598. El 30 de abril la avanzada tomó posesión para España del territorio más
allá del río Grande (el río Bravo para los
mexicanos) y en los primeros días del mes de mayo ya vadearon el río en el
punto llamado Paso del Norte (actualmente
lugar en donde se ubican las ciudades fronterizas de El Paso y Ciudad Juárez). A finales de mayo, ya en territorio de la
actual Texas, hicieron contacto con los nativos de la región.
Ese verano la
partida continuó remontando el valle del río Bravo hasta alcanzar el norte del
actual estado de Nuevo México,
donde acampó entre los indios pueblo. En julio la expedición estableció su primer
asentamiento en Pueblo de San Juan, que él
bautizó como San Juan de los Caballeros, en la confluencia entre los ríos
Grande y Chama,
desalojando a los antiguos pobladores y tras haber extendido el camino
real en casi 1000 km. En tanto llegaba el resto de la caravana,
Oñate exploró las áreas vecinas para consolidar la posición del asentamiento
entre los nativos de las tribus hopi y zuñi e inició la construcción de un templo dedicado a San
Francisco y la correspondiente misión (Es necesario resaltar que la iglesia
católica construida en el lugar fue el primer templo cristiano construido en
los actuales Estados Unidos; en los siguientes 25 años serían edificadas 50
iglesias en el hoy estado de Nuevo México). Fundó la provincia de Santa Fe de Nuevo México y
se convirtió en el primer gobernador de la provincia. Gaspar Pérez de Villagrá,
un capitán de la expedición, relató la crónica de la conquista de Oñate de los
pueblos indígenas de Nuevo México en su épica Historia de Nuevo México (1610).
Amotinamientos,
deserciones y disgustos plagaron la nueva colonia cuando las riquezas
prometidas no aparecieron a la vista, aunque Oñate las enfrentó con mano dura.
Algunos de los colonos exploraron hacia el este, más allá del pueblo de Pecos, en dirección a la
actual frontera entre Nuevo México y Texas en
busca de búfalos. Es probable que
alcanzaran el nacimiento del río Magdalena o Buenaventura (actualmente río Canadian), que se encuentra a unos 40 km al
noroeste de la actual ciudad de Amarillo (Texas).
Juan de Oñate
visitó los pueblos indios de Acoma así como los pueblos de las
tribus hopi y zuñi ubicados más al oeste. Una parte del grupo logró
alcanzar incluso las lejanas montañas de San Francisco, en Arizona, encontrando mineral de plata por lo que reclamaron la
posesión de los minerales. Oñate regresó a Acoma para castigar severamente una
rebelión indígena que dejó 11 colonos muertos.
Oñate se ganó
pronto una reputación como un gobernante severo, tanto entre los colonizadores
españoles como entre los pueblos indígenas. En octubre de 1598, comenzó una
escaramuza cuando los soldados españoles ocupantes de Oñate pidieron
suministros a la tribu acoma, exigiéndoles cosas esenciales para que
los acoma sobreviviesen al invierno. Los acoma se resistieron y 13 españoles
fueron asesinados, entre ellos el sobrino de don Juan de Oñate. En 1599, Oñate
respondió; sus soldados mataron a más de 800 pobladores, incluidos mujeres,
niños y ancianos, y esclavizaron a los restantes 500, mujeres y niños. Por
decreto de don Juan, amputaron el pie izquierdo de cada hombre
acoma capaz de combatir y aún con vida después de la batalla. Ochenta hombres
tenían su pie izquierdo amputado. Otros analistas sitúan la cifra de los
mutilados en 24 personas.
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