Por Laura Itzel Domart
Organizaciones civiles advierten
violaciones a los derechos humanos durante las detenciones que se realizaron en
las manifestaciones por la muerte de Giovanni López, un joven albañil de 30
años, en el estado de Jalisco.
Durante los últimos tres días de protestas
sociales que se realizaron en Jalisco por el fallecimiento de Giovanni López,
quien muriera presuntamente a manos de policías del municipio de Ixtlahuacán de
los Membrillos, decenas de manifestantes reportaron violaciones a los derechos
humanos por parte de elementos de la seguridad del estado.
Renato Bedu pretendía asistir a la marcha
del día 5 de junio que sería a las afueras de la Fiscalía General del Estado de
Jalisco, pero nunca llegó. En el camino, fue interceptado por policías
antimotines que lo ingresaron, junto con otro grupo de jóvenes, a la parte de
atrás del edificio de la Fiscalía.
Según relata el joven en su cuenta de Facebook, después los
subieron a una camioneta blanca en donde los acostaron boca abajo. Sobre ellos
subieron a otras dos personas con la misma postura, con la boca hacia abajo. El
trayecto se volvió eterno con el calor sofocante y la incertidumbre de no saber
hacia dónde los llevaban.
El relato de Bedu es la representación de
lo que muchos de los manifestantes detenidos vivieron durante los tres días de
protesta. Casi todos describieron algo más que detenciones arbitrarias: a
algunos les quitaron los celulares, a otros los abandonaron en sitios
inhóspitos, a otros los golpearon.
El Halconazo parecía regresar
México tiene un largo historial de
represión de protestas sociales como una forma de inhibir cualquier tipo de
movimiento social de largo aliento. Desde la Matanza de Tlatelolco —2 de
octubre de 1968 cuando los elementos del Ejército, por orden del entonces
presidente, Gustavo Díaz Ordaz, abrieron fuego contra estudiantes que se
manifestaban por la violencia policial — hasta la desaparición forzada de los
43 estudiantes de Ayotzinapa —26 de septiembre de 2014—, el país se erige sobre
su tradición represiva.
Por ello, para Gomo, estudiante de la
maestría en ciencias sociales de la Universidad de Guadalajara, lo que vivió
durante la marcha del día viernes 5 de junio se parecía a los momentos previos
de El Halconazo —10 de junio de 1971—, cuando un grupo paramilitar al
servicio del Estado, conocido como Los Halcones, asesinó a 120
jóvenes que también se manifestaban.
Ese día, Gomo, quien prefiere mantener
en privado su identidad real, iba con un grupo de amigos, pero antes de llegar
a la Fiscalía comenzaron a notar cosas poco usuales. Primero pasó un señor a
bordo de un vehículo diciéndoles: "No vayan, no vayan, están deteniendo
gente". Durante el transcurso de la manifestación, volvió a ver al mismo
señor azuzando a la gente a no ir. Era un ambiente confuso.
"Empezamos a caminar, había gente en
la esquina y nos empezaron a decir: "No vayan, están deteniendo".
Para eso pasaron municipales en camionetas, pero nos dijeron que "no nos
están haciendo nada, son agentes de la Fiscalía vestidos de civiles, están
armados". Había un chico que lo habían golpeado. Había otro que, a un
amigo de él, lo habían secuestrado. Entonces me empezó a dar miedo", cuenta
Gomo en conversación con Sputnik.
Después, Gomo y algunos de sus amigos
decidieron unirse a un grupo de personas que se encontraban cerrando una de las
avenidas. Todos estaban nerviosos por lo que pudiera suceder durante el
transcurso de la manifestación, pues para ese momento ya habían sabido de
personas desaparecidas.
"Yo como que sí estaba muy atento
porque creía que en cualquier momento iban a llegar civiles armados a
golpearnos (…) El Halconazo fue lo primero que se me vino a la mente.
Entonces sí tenía como mucho miedo. Yo me quedé en la orilla observando quién
podría ser policía, que no llegara nadie por ningún lado", recordó.
Las violaciones a los Derechos Humanos
De acuerdo con el Centro de Justicia para
la Paz y el Desarrollo (CEPAD), el número de detenciones que pudieron
documentar durante los tres días de manifestaciones fueron: 28 casos el jueves,
más de 60 el viernes y 6 el sábado.
Pero hasta el momento, solo se encuentran
detenidas seis personas que fueron apresadas durante la manifestación del 6 de
junio; en tanto que, los manifestantes detenidos los días 4 y 5 de junio ya han
sido liberados.
En el marco de estas manifestaciones,
Denisse Montiel Flores, codirectora de CEPAD, señala que se documentaron una
serie de patrones en las detenciones que se realizaron durante las protestas
que derivaron en graves violaciones a los derechos humanos que deberán
investigarse en el transcurso de los próximos días.
"También hay otra gran cantidad de
personas [detenidas] que incluso no habían participado en dicha manifestación,
sino que estaban tomando el transporte público, estaban saliendo de sus
trabajos, y por esa situación es que se encontraban alrededor. Y, por otro
lado, un patrón específico del día viernes es que la mayoría de las personas
que se detuvieron fue en el transcurso, [es decir] iban trasladándose para la
concentración a la que se había llamado", explicó Montiel a Sputnik.
Asimismo, señaló que de acuerdo con las
indagatorias que se han realizado sobre los casos de las personas detenidas, se
encontró que hubo "un excesivo uso de la fuerza por parte de los agentes
policiales que llevaron a cabo estas detenciones".
"Posteriormente, aquellas que sí
fueron consignadas ante la agencia del ministerio público, es decir, en la
fiscalía, pues también hubo un gran lapso de tiempo en el que estuvieron
incomunicadas. Entonces sus familiares no sabían realmente dónde estaban ni
cuál era la situación legal o jurídica que enfrentaban", agregó.
Por su parte, el gobernador de Jalisco,
Enrique Alfaro, ha emitido una serie de comunicados en los que dice que no
avala la actuación de los policías ministeriales en relación a los
manifestantes.
No obstante, Denisse Montiel explica que
las faltas al debido proceso trascienden más allá de las detenciones
arbitrarias que se realizaron durante las protestas, pues CEPAD, como
representante jurídico de 4 de los detenidos, no ha podido tener acceso a las
carpetas de investigación.
"Y bueno por lo que nos han comentado
[los detenidos], durante su estancia en la fiscalía, también han sufrido tratos
o penas crueles, inhumanas o degradantes, tales como amenazas constantes,
privación de agua y de comida", concluyó.
Las protestas en Guadalajara, estado de
Jalisco, han comenzado después de que se diera a conocer el caso de Giovanni
López, un albañil de 30 años, que fue detenido el 4 de mayo por elementos de la
Policía Municipal de Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco. Un vídeo difundido
en redes sociales capturó parte de su detención, donde se escuchan los reclamos
de los testigos de los hechos por el uso excesivo de la fuerza por parte de los
policías.
Las imágenes son las últimas donde se pudo
observar a Giovanni López con vida. Horas después, su cuerpo sin vida y con
varias lesiones, incluso con un balazo en el pie, fue entregado a sus
familiares.
El caso se dio a conocer después de que el
hermano de Giovanni publicara en sus redes el vídeo donde comentó lo sucedido e
indicó como la causa de detención la falta de cubrebocas, versión que hasta el
momento no ha sido confirmada por las autoridades locales.
La muerte del joven albañil provocó las
protestas tanto en Guadalajara como en la capital mexicana, en ambas ciudades
tuvieron lugar actos de violencia por parte de algunos de manifestantes, así
como de la policía. La manifestaciones fueron acompañadas por vandalismo y
saqueos, así, por ejemplo, según la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y
Turismo de Ciudad de México, las pérdidas por daños a establecimientos
comerciales durante cuatro días de protestas alacanzaron a 22 millones de pesos
(casi un millón de dólares).
El 4 de junio, el primer día de las
protestas, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, publicó un vídeo en su cuenta de Twitter, donde
aseguró que los actos de violencia en el marco de las manifestaciones por el
caso Giovanni López fueron orquestadas por gente cercana al Gobierno de López
Obrador y su partido, Movimiento Regeneración Nacional (Morena), con que
intentó politizar el incidente. A su vez, el presidente del país rechazó cualquier acusación y
subrayó que a pesar de que tiene "diferencias con el gobernador de
Jalisco, diferencias políticas, ideológicas", pero "actúo con
responsabilidad y no me inmiscuyo, no participo en cuestiones
partidistas".
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