Imagen de Jesús Ordóñez
Por Patricia Ríos
¡Ah regio, justo cuando
se me ven las canas es cuando hay falta de tintura! Como si no fuera suficiente
estar engordando frente a la computadora el día entero. ¿Debiera haber tenido
una reserva de tintura, pero como iba a saber que habría escasez? Bueno, al
menos ahora nadie me ve y, además, probablemente hay millones de personas por
ahí que también necesitan tintura de pelo. Bien, no nos vemos así que no nos
importa. Y sí, podría ser peor. Se nos podría estar acabando el papel
higiénico. Las mascarillas son otro problema. La mayoría de las personas solo
conseguimos de esas que nos hacen ver enfermos. Esas blancas, o las blancas con
estampados rosados y celeste, me imagino que son para ambos sexos. Debiéramos
tener mascarillas multicolor o sino negras, con más estilo, y tintura de pelo a
domicilio. Después de todo, esta es la ciudad más grandiosa en la Tierra y hay
que mantener nuestra reputación. Los neoyorkinos debiéramos vernos guay y
eternos. No necesitamos que nos recuerden que nos podemos enfermar o acercarnos
al momento de que… nos vayamos para nunca volver. ¡Ya está, lo dije! ¡No Nueva
York, no hay necesidad de esas cosas de miedo! A pesar de que, la otra noche me
soñé afuera en una noche de luna llena, tendida en la tierra húmeda mirando al
cielo abierto, cuando cae una roca (¿o fue un meteorito?) exactamente sobre mí.
Lo gracioso es que lo vi venir, pero no sentí miedo. ¡Morí y eso fue todo! Una
pantalla oscura, sin movimiento o sonido. El fin de la película… OK, esas son
tonterías que a veces soñamos. El morir probablemente no es así, debe ser mucho
más excepcional… Pero, la realidad es más pesada que mi muerte en sueños…
Apuesto que esas personas que a veces gritan asomados a la ventana lo están
pasando mal, aunque son los mismos que se asoman por la ventana a las 7 pm,
para aplaudir a los que están afuera trabajando. Es que ahora tenemos mucho
tiempo para pensar… Ah, lo encontré; el internet dice que me puedo teñir el
pelo con cosas de la cocina. ¡Okey, lo haré! Ahora preparo todo. Sí, ese fue un
sueño tonto, pero igual, no me dio miedo morir y eso lo llevo conmigo. ¡Quién
sabe! Hum, de todos los ingredientes para la tintura de pelo casera solo tengo
zanahorias y café instantáneo, en vez de café de grano. Bueno, no me atrevo a
andar con el pelo color de zanahoria y el pelo color café es aburrido. OK, los
mezclo. No va a ser mi color favorito, pero es preferible a… Hey, ¡hay
remolacha en la congeladora! Okey, mezclo todo y veo qué pasa. ¡Así saldrá un
color más chévere! Y si queda mal simplemente me pongo la gorra de baño para
salir a comprar víveres. Ja; ¡debe ser por eso que he visto gente con gorra de
baño en la calle… se nos están viendo las canas! ¡Y a quién le importa cuando
ahora todo es improvisación! Cierto, podría ser peor… canosos o no, podría
estar faltándonos la comida. ¡Tal vez debiera guardar la hortaliza para hacerla
guiso… pero, necesito verme joven y linda ahora, no después! OK, hagámoslo. La
hortaliza va al microondas a descongelarse mientras rallo las zanahorias y
caliento el agua para el café. ¿Y si me enfermo y muero por falta de albergue y
agua caliente y electricidad y gas y calefacción y teléfono? Sí, pero uno no se
muere por eso, uno se muere por falta de agua y comida o porque uno se enferma
y no puede ir al médico. Hay lugares donde la gente no tiene nada. Bueno, aquí
también hay gente de esa. Ahora último cuando salgo, veo gente desaseada y
flaca que luce enferma y demente. Antes, los pobres eran invisibles. Pero, lo
que es yo, yo me voy a ver muy digna cuando parta… yo creo. Bueno, depende de…
Okey, ayer recibí un email, desde Kentucky creo, en que me ofrecen sacar
licencia para portar armas y luego venderme un arma -todo por internet y sin
demora. Lo tiré a la basura… pero ahora que lo pienso, después que me tiña el
pelo voy a ir a sacarlo de la basura. Por si acaso… Porque dicen que si las
cosas empeoran tal vez tengamos que pelear para comer. ¡Ay, ojalá que no tenga
que aprender a cazar! En tal caso, tendría que comprarme un rifle y tomar
lecciones de tiro por internet, me imagino… O tal vez, el mundo entero podría
acordar reunir todo el dinero y lanzarlo adentro de los volcanes, luego, seguir
produciendo y consumiendo sin pagar ni ser pagados. El sol no cobra por
brillar, ni la lluvia por caer o la tierra por darnos remolacha. ¿No es cierto?
¡Apuesto a que resulta! ¡A quemar todo el dinero! Pero bueno, probablemente
muchos dirían que eso es de comunistas… OK, ¡empecemos! Pongo todo en la
batidora. Ah, interesante el color…creo. ¡Ya está listo! ¿Pero, tengo
suficiente tintura? ¡Maldita sea, no me va a alcanzar! Claro, no compré más
hortaliza porque estaba muy cara y ahora no tengo suficiente tintura de pelo.
¡Sí, siempre es el dinero! ¡Y las armas! Si tienes una pistola tienes lo que
quieres. Si no tienes plata no tienes nada. Eso, también deberíamos juntar
todas las armas del mundo y tirarlas adentro de los volcanes… Resulta que ahora
tengo tintura solo para dos tercios de la cabeza porque la hortaliza estaba muy
cara. ¡Sí, no más armas o dinero! Bueno, me tiño solamente el frente y me
olvido del resto de la cabeza. Bien, no soy solo yo, hay un montón de gente
pasando por esto ahora mismo. Hecho, ahora a esperar que se me tiña el pelo.
Hey, allá abajo van unos policías paseando a caballo por la calle vacía. Lo
supe por el sonido de las herraduras en el asfalto… igual que el gorjear de
gaviotas, petirrojos y urracas azules que he visto por la ventana… y, también
del águila que vi pasar con el rabillo del ojo… ¡Es como si el tiempo estuviera
suspendido o como si fuera retrocediendo suavemente y pudiéramos ver a
Manhattan cuando se llamaba Manna-hatta! Pero, los policías tienen mejores
mascarillas. Se verían cómicos con las que usamos nosotros. Y a propósito, esas
mascarillas que usamos están obsoletas -igual que los que creen que todavía
todo se trata de izquierdas y derechas. Hasta yo me doy cuenta de que el tema
de los géneros es cada vez más fluido. ¡Mascarillas blancas con estampados en
celeste y rosado, por favor! OK, debo estar lista. Ahora me enjuago la cabeza…
felizmente todavía tengo agua. Eh, no está mal. Un color desconocido, como de
chocolate con arándanos y mandarinas… ¡Ay no, está mal! ¡Está horrible! ¿Y
ahora qué hago? Tengo que ir a comprar víveres y no quiero salir con gorra de
baño a la calle. ¡Veamos… ¡OK, me rapo la cabeza pues! ¡Pero, por supuesto que
no tengo afeitadoras! Juro que no debiera haber más dinero, ni armas. Bien, me
pongo la mascarilla, la gorra de baño y unos guantes de goma y salgo a comprar
comida y unas afeitadoras baratas. OK, me voy a ver como loca, pero solo una
vez. Cuando me rape la cabeza me voy a ver estilizada. Usaré más maquillaje y
joyas y seré calva. O tal vez sea calva y punto…
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